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RUMBO AL CENTENARIO

ING. ALEJANDRO AHUMADA R.

¡¡¡GUAYULE!!!

Tal vez para la gran mayoría de las personas que viven en esta comarca este nombre suene extraño, sin embargo esta palabra era de uso común y significaba mucho dinero a principios de 1900.

El guayule es un arbusto semidesértico del cual se extrae un tipo de hule; con un crecimiento lento hasta los cinco años está listo para su extracción. Utilizado por nuestros ancestros en baja escala, para 1876 en la exposición centenaria de Filadelfia se presentó el producto generado por este arbusto y producido en el Estado de Durango, sin tener aún definido un nombre botánico. Para 1889 ó 1890, John H. Cheever de la Compañía Belting and Parking de Nueva York recibió un envío de ramas de guayule extrayendo la savia y haciendo pruebas con el hule que resultaba de ella. Seis años después, personas de la Ciudad de México y americanos probaron el hule descubriendo el buen vulcanizado que se lograba y aunque éste no tenía la elasticidad del hule que se extrae de los árboles del trópico o de Sudamérica, lo llamaban igual por sus características similares, era un buen sustituto y sobretodo resultaba más económico.

En estos años la forma de extracción del hule al ser muy primitiva daba una vida de anaquel muy corta, pero para 1899, el contratista italiano William Prampolini obtiene la patente de extracción por medio de solventes químicos y construye en la ciudad de Monterrey maquinaria para la extracción masiva de este tipo de hule.

El boom y la mirada de las principales compañía americanas se enfocaron en México, estableciéndose en San Luis Potosí la primer planta extractora de hule, los estudios y experimentos continuaron financiados con capital alemán, francés, mexicano e inglés y en 1905 se tenían ya 52 patentes más para la extracción. Las investigaciones sobre el guayule de W. A. Lawrence motivaron al senador Aldrich y a John D. Rockefeller a establecer la Continental Rubber Company dedicada a su explotación. Para 1906, esta compañía era dueña de aproximadamente 200 mil hectáreas con una producción de 400 mil toneladas de guayule con un valor aproximado de 40 dólares por tonelada y en 1907 era ya una empresa consolidada con una enorme planta en Torreón habiéndose invertido en ella 500 mil dólares, una en Saltillo, otra en Ocampo, una pequeña en Gómez Palacio, siendo dueña de las principales patentes de extracción teniendo en estas fechas algo así como un millón de hectáreas con guayule. Una empresa mexicana que participó en este giro fue la Compañía Explotadora de Coahuila en Parras perteneciente a la familia Madero, el presidente de la compañía era Salvador Madero, Ernesto Madero, vicepresidente; Francisco Madero, secretario y Gustavo A. Madero, tesorero. En ese año se expandieron construyendo una en Delicias y otra en Cuatrociénegas logrando extraer 130 mil toneladas de arbustos, aparte de sus propiedades tenían la concesión del gobierno de Zacatecas para la explotación en las tierras pertenecientes al Estado, siendo dueños de 150 mil hectáreas aproximadamente, dueños de la Hacienda del Calabazal en Zacatecas, socios de la Hacienda de las Delicias y la compañía Ganadera de la Merced en Cuatrociénegas. La tercera empresa de mayor importancia fue la Compañía Explotadora de Caucho conocida también como la Anglo Mexicana con plantas en Saltillo y en Jimulco con aportación de capital alemán. Otras compañías, aunque de menor tamaño eran la Mexican Crude Rubber Company con dos plantas una en Viesca y otra en San Luis Potosí.

En Torreón se encontraban además de la Continental Rubber Company con cuatro plantas, una del Sr. Charles J. Magregor, La Internacional Mexicana Compañía Guayulera, S.A., la Torreón Rubber Manufacturing y la Delafond Rubber Company.

Ésta era la situación en Torreón para 1907, el crecimiento impresionante de un cultivo prácticamente desconocido y con un uso específico importantísimo a nivel mundial. Además su explotación atrajo a nuestra comarca un gran número de inversionistas y viajeros extranjeros.

En la segunda parte mencionaré su uso, valor en el mercado, fusiones, cambios empresariales y su agonía a los cuantos años durante la época revolucionaria.

Correo electrónico:

ingalejandroahumada@mexico.com

página: www.estaciontorreon.galeon.com

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