Durango

Sacrifican a su familia por espíritu de servicio

Los bomberos se encuentran acostumbrados a pasar en el cuartel las fechas festivas

El Siglo de Durango

El cuerpo de bomberos de la Dirección Municipal de Protección Civil (DMPC), no está compuesto por hombres comunes. Son quienes cuidan la ciudad de Durango y siempre han estado dispuestos a arriesgar su vida por salvar la de otros.

Incluso para hacer lo anterior es necesario pasar la Navidad acuartelados en las instalaciones de las oficinas centrales de bomberos en la capital duranguense.

Cuando es el primer minuto del día 25 de diciembre, el cuerpo de bomberos hace una modesta cena y comparten el pan y el vino (sólo para brindar), y se dan los mejores abrazos y se desean lo mejor, aún y cuando no están cerca de su familia.

Las experiencias

Rafael Nájera Zamora de 19 años de edad, apenas tiene un mes trabajando, pero ya tiene tres años de voluntario, y ya ha pasado varias veces la Navidad en el cuartel o prestando sus servicios. ?Es como mi segunda familia?, dice.

Nájera Zamora hizo este trabajo durante varios años sin paga alguna, solamente por el placer de servir.

El capitán Francisco Medrano González de 40 años de edad, tiene 17 años trabajando como bombero y por lo menos la mitad de este tiempo pasando Navidad trabajando.

?Lo más triste es cuando llegan las 12 de la noche y uno está lejos de su familia, pero a la vez estamos contentos porque ayudamos a la ciudadanía en momentos difíciles. Nos han tocado incendios y accidentes?, dice.

Ya en su vasta experiencia en los siniestros que se han registrado, le ha tocado tener que acudir a muchos llamados de emergencia para apagar fuego en casas, sobre todo en la periferia de la ciudad, en donde hay pérdidas totales, muebles, camas y electrodomésticos.

Tristezas contra espíritu de servicio

?Es muy triste?, dice y manifiesta que la mayoría se ocasionan por el uso de cohetes y luces de bengala, que sobre todo los niños utilizan por las noches.

Para Francisco Medrano el mayor desconsuelo para estas fechas es cuando se registran los siniestros precisamente al filo de las 12 de la noche o en los primeros minutos de la Navidad los fatales accidentes y recuerda que en ocasiones hay dos o tres, algunos sólo con lesionados y otros con personas fallecidas, que no llegan a estas fiestas.

Jorge Enrique Palmer Escobedo de 26 años que tiene una niña de seis años, es bombero y pertenece al escuadrón de rescate acuático, y tiene cinco años en este trabajo y cuatro de buzo.

Ya durante este tiempo ha pasado por lo menos tres veces sin pasar la Navidad con su familia.

Afortunadamente para él, su esposa es enfermera y debido a su trabajo también ella debe hacer guardias en estas fechas decembrinas y coincidentemente trabajan en el mismo horario.

Dentro de las experiencias que ha tenido dice: ?Hasta ahorita me ha tocado de todo. Hace como tres años a las 12 de la noche nos reportaron un incendio en una casa en el fraccionamiento Domingo Arrieta y la verdad se siente feo, porque pues uno celebra la Navidad con sus compañeros y ellos en un santiamén ya se quedaron sin nada?.

El trabajo de bombero es pesado, dice, pues a veces hay pérdidas humanas, a veces con niños y es cuando el dolor es más fuerte y a veces ellos no se sienten bien.

La mayor parte de los accidentes que se registran son por conductores que estuvieron consumiendo bebidas embriagantes y que por este motivo causaron algún percance, además, agregó, la mayoría son causados por menores de edad.

Para Rafael Nájera el pasar la Navidad con sus compañeros en el cuartel ?es chido?, según se expresa el más joven del escuadrón, pues considera que es su segunda familia.

También cuenta sus experiencias en cuanto a que en otras navidades también les han tocado vivir experiencias no agradables.

?Una vez frente a la Policía Federal Preventiva, ahí chocaron y murió la madre del conductor, la esposa gravemente lesionada y la verdad se siente muy feo, uno da gracias a mi padre Dios porque uno está bien?, dice.

Debido a la juventud de Rafael Nájera sus expresiones características de la edad expresa: ?pero cuando me la paso con mi familia, me la paso ?muy chido?, bailando y cotorreando?.

Para Rafael Nájera ha sido mucho mejor pasar su juventud en compañía de los bomberos, ya que así no tiene ?malos pensamientos? o anda perdiendo el tiempo como muchos otros, explica.

José de Jesús Arreola González tiene 28 años, tiene tres hijas y es casado, y es operador de la cabina de radio, en donde recibe cientos de llamadas, sobre todo del C-4, de donde se reciben los llamados de emergencia.

Y dice: ?pues sí se siente algo de nostalgia, cuando uno está aquí recibiendo las llamadas y por allá la familia pasando la Navidad sin uno, pero me da satisfacción que a pesar de esto yo estoy brindando un servicio importante?, indicó.

A veces José de Jesús Arreola recibe llamadas de personas que perdieron la vida, o que registran algún siniestro en su casa y dice: ?sí se siente feo?.

Héctor Iván Pérez del Campo tiene 43 años y tiene tres hijos, ya grandes dice, y es el mecánico que se encarga de mantener bien las máquinas y los vehículos.

A veces a pesar de que sea Navidad, tiene que estar al pendiente de cuando algún vehículo se avería, pues hay que atenderlo, dice.

Bomberos trabajando como se debe

La DMPC cuenta con 12 máquinas extintoras y tres pipas de 12 mil litros para cualquier uso y siniestro que se pueda presentar, lo cual es hasta el momento es suficiente y ya no es como antes que no se tenía lo que se requería, sobre todo al referirse al equipo motorizado.

En ocasiones el trabajo que hacen los bomberos es peligroso. ?Hace como unos cuatro años tuvimos la pérdida de un compañero, cuando él acudió a un servicio en el poblado Garabitos, y frente al Ojo de Agua ahí se volteó la máquina y ahí perdió la vida?, expuso.

Las familias se quedan preocupadas cuando los bomberos salen de sus casas, puesto que existe muchos peligros al combatir el fuego, cuando se conduce, sobre todo en la noche, puesto que hay muchas otras personas que conducen en estado de ebriedad y que causan accidentes, por lo que a veces a pesar de las emergencias hay que conducir a la defensiva.

De este modo, los bomberos pasan la Navidad sirviendo a los duranguenses, en ocasiones acuartelados y sólo esperando alguna llamada de emergencia, para de inmediato vestirse de ?apagafuegos? y colocarse todos los aditamentos de seguridad, para tratar de mantener la certeza de que regresarán con vida.

El oficio de bombero, según ellos dicen, es uno de los mejores oficios que se puedan tener, cuando a alguien le gusta servir a la gente.

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