TRAGEDIA | MUEREN 19 PERSONAS, ENTRE ELLAS SIETE CARBONIZADAS.
Se registran en Río de Janeiro 12 distintos ataques por parte de bandas criminales.
AP
RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- Bandas de narcotraficantes incendiaron autobuses y abrieron fuego sobre estaciones policiales, en una ola de violencia que provocó la muerte de 19 personas, entre ellas siete carbonizadas, informaron ayer jueves las autoridades.
El secretario de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, Roberto Precioso, indicó que desde la noche del miércoles y hasta la madrugada de ayer jueves se registraron 12 distintos ataques por parte de bandas criminales armadas con granadas y ametralladoras.
?Es muy difícil prevenir este tipo de ataques que son prácticamente kamikaze?, dijo Precioso en conferencia de prensa.
La gobernadora de Río, Rosinha Matheus, dijo que la intención de las bandas era que los ataques fueran mucho peor, pero que la acción policial frenó a los criminales.
?La idea era matar a cientos de policías y decenas de personas inocentes. Siento mucho las muertes que han ocurrido?, dijo la gobernadora a los reporteros en un acto por el cierre y derrumbe de una vieja prisión en el centro de la ciudad.
El sucesor de Matheus a partir del primero de enero, el gobernador electo Sergio Cabral, dijo que no tendría ?la menor duda de solicitar el apoyo del Gobierno Federal si fuera necesario?.
En Brasilia, Tarso Genro, ministro de Relaciones Institucionales, indicó en el palacio de Gobierno, que la situación de un eventual envío de Fuerzas combinadas militares y policiales era un asunto discutido entre el Gobierno de Río y el Ministerio de Justicia.
Los ataques se produjeron cuando Río, primer destino turístico de Brasil, se prepara para las tradicionales fiestas de fin de año, cuando se reúnen en los famosos balnearios de la ciudad miles de personas bajo una lluvia de fuegos artificiales lanzados desde botes en el mar.
AUMENTAN VIGILANCIA
La Secretaría de Seguridad informó en la jornada que 20 mil policías, mil 300 patrullas, 370 motos y dos helicópteros serán usados en la vigilancia para las fiestas de fin de año en todo el estado de Río. De esos agentes, al menos tres mil estarán desplegados en la ciudad de Río de Janeiro, indicó la Secretaría en un comunicado.
Precioso agregó que los ataques podrían obedecer a varias razones, desde una reacción de las bandas a operaciones antidrogas de la Policía, hasta que pudieron ser ordenados por criminales presos molestos por posibles cambios en el sistema penitenciario con el nuevo Gobierno local, que asume el primero de enero.
Agregó que las víctimas eran siete personas que murieron carbonizadas en la quema de un autobús, así como dos civiles y siete supuestos bandidos, todos muertos o choques armados con agentes o atrapados en el fuego cruzado.
Entre los civiles muertos, figura una vendedora ambulante quien estaba con su hijo de seis años cuando se produjo una balacera cerca a un puesto policial. El niño contó que la madre lo abrazó ?le dijo que bajara la cabeza y se desmayó?, contó a la televisora O Globo Antonia Braga, cuñada de la mujer muerta, Sueli Lima, de 33 años. El niño, dijo la televisora, resultó levemente herido en la cabeza por una bala que lo rozó, y permanecía hospitalizado en estado estable.
Los asaltantes que quemaron el autobús donde murieron siete personas ?actuaron como si nada...vi a mi mujer, ella fue la que me dio fuerzas para salir? del transporte en llamas, dijo a la televisora Robson Pereira, uno de los pasajeros.
Un policía que había resultado herido murió en la jornada elevando a tres los agentes fallecidos.
Otros siete agentes y 14 civiles resultaron heridos en los distintos incidentes, mientras que tres hombres fueron detenidos por su supuesta participación en la quema del autobús en la que murieron las siete personas.
La Secretaría informó posteriormente que otros cinco autobuses también fueron quemados.
CONTRADICCIONES
Precioso descartó que la reciente ola de ataques fuera a llegar a los niveles de la andanada criminal que sacudió a la ciudad de Sao Paulo, la más grande de Brasil, en mayo pasado cuando una semana de violencia dejó al menos 200 muertos, entre policías, agentes penitenciarios, civiles, presos y supuestos criminales.
Calificó como ?una imbecilidad? versiones en torno a que los grupos criminales estuvieron respondiendo a supuestas operaciones en las barriadas de milicias o grupos paramilitares, que estarían integrados por policías y ex policías, para controlar esas bandas, principalmente dedicadas al tráfico de drogas.
Pero el alcalde de Río de Janeiro, César Maia, contradijo al secretario y dijo que los ataques parecían ser una represalia de los grupos criminales contra esa milicias, que han combatido a las bandas en los últimos meses y cobrarían a los residencias de las barriadas por protección.
?La razón de lo que está pasando es que las milicias han crecido y las bandas de narcotráfico están saliendo (de las barriadas). Para mantener sus ingresos, las bandas están aumentando los crímenes en las calles?, agregó el edil.
Río es una de las ciudades más violentas del mundo, con una tasa anual de casi 50 homicidios por cada 100 mil habitantes. La mayor parte de esa violencia se produce en las empobrecidas barriadas de la ciudad y raramente se extiende a las zonas más ricas.