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MOSCÚ, RUSIA.- Un intenso terremoto que conmovió ayer viernes una región escasamente poblada en el lejano oriente ruso hirió a 31 personas, dañó edificios y obligó a los residentes de pueblos remotos a buscar refugio en torno de fogatas para protegerse del frío, dijeron las autoridades de los servicios de emergencia. No se informó de muertes.
La Oficina de Geología estadounidense y la Agencia Meteorológica japonesa calcularon que el sismo frente a la península de Kamchatka fue de magnitud 7.7. La costa rusa del Pacífico norte se encuentra en una importante placa tectónica y es escenario frecuente de terremotos y erupciones volcánicas.
El Centro Geológico de Estados Unidos también estimó el temblor en los 7.7 grados Richter. “Es el movimiento más fuerte en la zona desde el año 1900”, dijo la vocero del centro A. B. Wade.
El temblor se sintió a eso de las 12:30 horas del viernes (23:30 Tiempo del Meridiano de Greenwich GMT, por sus siglas en inglés) en la región de Koryak, a unos siete mil kilómetros al este de Moscú y a mil kilómetros al norte de la mayor ciudad de la zona, Petropavlovsk-Kamchatsky, dijo un funcionario de turno en el Ministerio regional de Situaciones de Emergencia.
Le siguieron varios temblores de menor intensidad, incluyendo uno de magnitud 6.1 cinco horas más tarde, agregó. El funcionario de emergencia de Koryak, Alexandre Shchayev, dijo que hubo tres temblores intensos y varios menos fuertes, pero que “no se ha informado de pérdida de vidas”.
Los daños parecían mínimos, pero las temperaturas heladas en la región plantearon preocupación por los desamparados y los residentes en edificios sin calefacción.
Se despacharon a la zona helicópteros de reconocimiento y más de 300 trabajadores de emergencia partieron para distribuir tiendas de campaña y otros suministros y para ayudar a restablecer las comunicaciones.