EFE
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Salma Hayek está nerviosa por que aún tiene que buscar un vestido y hablar en público. Pero según confesó, por nada del mundo se perdería la 78 edición de los Oscar, una ceremonia que considera una ?fiesta de amigos?.
?Es muy emocionante, porque imagínate, con los años que llevo aquí siempre tengo un amigo candidato?, asegura llena de excitación.
?Y si uno se emociona con alguien que no conoces porque te gustó el filme no te puedes ni creer cuando es alguien que conoces, con el que has vivido su trayectoria?, añade haciendo alarde de su capacidad de palabra. Este miércoles estuvo hablando con Rodrigo Prieto, candidato como director de fotografía por Brokeback Mountain, compatriota y con el que trabajó en Frida, un amigo que la hace suspirar.
Pero además está el también mexicano, candidato y director de fotografía en The New World, Emmanuel Lubezki.
?Un problema maravilloso, dos mexicanos en la misma categoría y otros dos latinos en la de mejor música?, exclama agregando a la lista al español Alberto Iglesias (The Constant Gardener) y el argentino Gustavo Santaolalla (Brokeback Mountain).
Serán muchos más los que conozca cuando el domingo cruce la alfombra roja por quinta ocasión, como presentadora las cinco veces y una de ellas, además, por méritos propios, como la primera hispana candidata en la categoría de mejor actriz con Frida. Pero tal riqueza de hispanos en las candidaturas la conmueve.
En su opinión son gente como ella, que desde la candidatura es miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, los que pueden marcar la diferencia.
?Porque es importantísimo para apoyarnos, para hacer notar esta explosión mundial donde se ve nuestro talento, para contar nuestras historias u otras historias pero, por ejemplo, con el ojo de un fotógrafo que creció viendo amanecer en México?, sugiere.
Los nervios y el cansancio de los preparativos le dan una punzada de nostalgia al pensar en esos años ?cuando empezaba, cuando no había nada hispano en las listas de candidatos?.
Pero pronto acaba la nostalgia, porque queda muy poco hasta la gran fiesta y mucho que preparar para una ceremonia donde su único consejo es ?disfrutar cada momento?.
Lo primero, el vestido. ?Que sea cómodo pero a estas alturas ojalá que haya alguno que me guste y que me quede bien, porque luego no me gusta nada, nada, nada?, se queja con un mohín.
Es la parte más engorrosa ?con tanta probadera y esas cosas?, gruñe antes de que se le ilumine la cara al pensar en ?ese momento tan emocionante? en el que encuentra lo que le gusta.
Anoche mismo empezó a ver modelos y, como todos los años, procurará incluir en su vestuario algo de algún diseñador hispano. Lo del peinado lo decidirá en el último momento.
?Como venga el día, el vestido, el peso, el humor, lo que me vaya mejor?, dice coqueta moviendo su frondosa melena negra. En cuanto a las joyas, está abierta a sugerencias, pero siempre que no haya reparos con los fabricantes.
?Eso es importante. Hay casas de joyas muy famosas que son cuestionables por cómo explotan a sus mineros o porque podrían estar vinculados al tráfico de armas?, avisa Hayek con cautela. Un truco: ?Si ves a las actrices con el anillo de diamantes en la derecha es porque son solteras y si son solteras pero lo llevan en la izquierda, ahí empiezan los chismes de si está comprometida?, aclara ella, que está ahora sin novio.
Y aunque en esta edición el Oscar no la espera al final de la velada, Hayek tampoco saldrá del teatro Kodak con las manos vacías. Los ojos se le iluminan como a una niña al pensar en ese otro premio que recibirá por el hecho de presentar los Oscar, una lujosa canasta ?en la que no sabes cómo puede caber tanto dinero?.
El dinero no viene en billetes sino en ?increíbles certificados? para viajes a los lugares más exóticos, ?alguna joyita, zapatos, cosas de tecnología?, enumera de una lista interminable.
Todo ello en pago a hacer una de las cosas que le pone más nerviosa: Hablar en público.
?Pero he estado tan ocupada que no he tenido ni tiempo de ponerme nerviosa. Tal vez si no lo pienso...?, bromea de camino al estreno hoy en Los Angeles de su nueva película, Ask the Dust.
