La valiente e inteligente Lydia Cacho, es periodista y activista social. Dirige en Cancún, un centro integral para mujeres víctimas de la violencia, CIAM, en el cual se atendió a varias de las víctimas del caso Succar. Es autora de la novela Las provincias del Alma (Demac 2003), columnista política de La Voz del Caribe, directora editorial de la revista Esta boca es mía: apuntes de equidad y género, y conductora del programa de TV con el mismo nombre, así como colaboradora en el noticiero Detrás de la Noticia con Ricardo Rocha y especialista en temas de violencia y género para la Agencia de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM). Ha publicado centenares de artículos en diversos diarios y revistas del país. Es consejera de la Universidad del Caribe y es cofundadora de la Red de Periodistas de México, Centroamérica y el Caribe, así como corresponsal de la agencia de noticias CIMAC. Es autora del Libro de denuncia de la pornografía infantil y de la pederastia llamado “Los demonios del Edén. El poder detrás de la pornografía” (Grijalbo).
Es a esta valiosa colega a la que el publicista Carlos Alazraki llama “Una pseudoperiodista” en uno de sus curiosos “artículos” epistolares de Diario Monitor, intitulado “Carta al gobernador Mario Marín” (20/2/06). En letras (casi todas) mayúsculas, Alazraki “se desgarra la ropa por el espionaje telefónico”, por “la inmoralidad de estas personas que pretenden señalar los culpables”, “por la difamación de un empresario... porque ella (Lydia) jamás probó la culpabilidad del acusado”, algo que por cierto compete al Poder Judicial tras una denuncia pública, pero sobre todo, el publicista se desgarra las vestiduras por la puntilla que la exhibición de esta pústula le propina al PRI.
Alazraki es el publicista de varios tecnócratas del moribundo partido desde Del Mazo, Zedillo, pasando por el sacrificado Colosio, hasta su preferido Roberto Madrazo al que “publicitó” sin buen éxito para la candidatura de 2000 cuando el PRI decidió desechar al “tapado” y verse muy demócrata.
Copió al PRD ofreciendo a sus agremiados cuatro precandidatos a votación, Labastida, Madrazo, Bartlett y Roque “Señal”.
El slogan de Alazraki “Dale un Madrazo al Dedazo” no pegó con los priistas y el publicista derrotado decía entonces: “no soy priista, ni lo mande Dios; yo soy madracista”.
Pero, como buen publicista, Alazraki tenía varias “cuentas”. Así es que con el político Jorge Castañeda, que de comunista voló hasta el Yunque, inventó para Fox el excelente concepto del “El Voto Útil” que llevó al poder, ni duda cabe, a Mr. Coca-Cola, pegando igual de bien que aquel otro de las papas fritas de la competencia Pepsi: “a que no puedes comer sólo una”. Posteriormente volvería a impulsar al poder a otro gran gobernante priista con un genial slogan que aseguró a los mexiquenses que con Montiel se acabarían “las ratas” en su estado.
Esta breve semblanza del publicista más cotizado de México, debería hacer pensar a los electores que los políticos no siempre son respetables, pero tampoco deben anunciarse como las citadas papas fritas o toallas desechables.
Pero la patriótica tarea de Alazraki de impulsar las buenas causas para el bien de México se torna más difícil cuando hay que defender al “Gober precioso” tan apasionadamente y en mayúsculas. Ahí sí pone en entredicho su reputación de publicista convertido en consejero político Y es que productos como un trío de pederastas no son rescatables ni para el mejor publicista del mundo. Alzraki además no conoce a fondo a su defendido “Gober precioso”.
Mario Marín Torres nació el 24 de junio de 1954 en un pueblito en el interior del estado y eso ha sido precisamente su gancho con los campesinos y los indígenas, cuyo voto pagó a $400.- por piocha y de ahí... pal real.
Empezó su carrera de represor en tiempos del gobernador Piña Olaya del que fue subsecretario de Gobierno. Continuó con Bartlett que lo hizo secretario de Gobierno. También fue presidente del PRI estatal y presidente municipal de Puebla con Melquiades Morales, con quien tiene una muy mala relación. Conoció a Kamel Nacif, cuando la expropiación de (Ra)Piña Olaya de los ejidos Santiago Momoxpan, San Andrés Cholula y La Trinidad Chautenco.
En sus tiempos de sub y de secretario de Gobierno hubo tres asesinatos en Puebla y señalan los ejidatarios perjudicados a Mario Marín como el autor intelectual: -En julio de 1993, asesinaron al ex comisionado ejidal de Momoxpan, José Cruz Zapotectl, que apareció con un tiro en la cabeza en una barranca y argumentaron que estaba borracho y que tenía muchos enemigos. -La maestra Saturnina dirigente magisterial de la CNTE, fracción de izquierda del SNTE, en 1994, apareció muerta en su Volkswagen, baleada desde un automóvil desconocido. A Sergio Moreno, dirigente campesino de la organización Campesina OACI, lo atropellaron el 13 de octubre de 1996. Ninguno de esos asesinatos se aclaró.
Kamel Nacif, el de los brillantes negocios es conocido por la explotación de sus trabajadores en sus maquiladoras de Puebla, Tehuacán y hasta de la cárcel, pero su dinero le permite ser un dictador con el que nadie se mete.
A ver si ahora que se ha puesto en tan fea evidencia él mismo y al que el propio gobernador Marín trató en TV Azteca de “ruin”, las autoridades laborales le echan un ojo a sus asuntos, pero por favor, no se dejen comprar.
Su defensa del pederasta Succar Kuri, señalada en el libro de Lydia Cacho, podría ser algo más que una amabilidad entre paisanos fenicios. Hace cinco años hubo en Puebla una investigación federal a propósito de la posible existencia de una red de pornografía infantil en el estado. No dio resultados y es que Kamel Nacif y sus amigos tienen tanto dinero.
A ver si monseñor Abascal, en vez de propiciar el espionaje telefónico (dicen que dijeron) pone en orden a este ciudadano al que cuando menos se le puede probar que es un explotador de sus trabajadores y un proveedor de “bellísimas botellas” al gobernador Marín.
Y ¿qué tal si la PGR busca en sus polvosos archivos la historia de los tres asesinatos citados? Pero lo más importante de todo este siniestro lío es la lucha que inició Lydia Cacho -y que todos debemos apoyar- contra esa vergüenza humana que es el comercio y el uso de inermes niños y niñas, que no le mereció al publicista de Marín una mención en su carta del lunes.
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