En plena época de campañas por la Presidencia, ante el avance de López Obrador hacia Palacio Nacional y a punto de hundirse la traidora y errática Presidencia de Vicente Fox de Sahagún -al que siempre molestó la crítica así se ufane de haber inventado la libertad de expresión, no podía el PRIAN dejar de intentar “otro desafuero”, pero mucho más sofisticado, camuflado, inteligente y sobre todo de largo alcance.
La Ley Televisa, aprobada por la mayoría prianista del Senado en la negra madrugada del 31 de marzo 2006, sin cambiarle ni una coma a la minuta presentada por los abogados de la empresa, pone el destino de la comunicación del país en manos de los más ricos concesionarios de nuestro espacio radioeléctrico afines al neoliberalismo que propugna el partido bicéfalo.
La meta de la Ley Televisa la cesión del poder sobre la comunicación a los ricos consorcios neoliberales que tendrán durante tres sexenios control absoluto de la misma. A mediano plazo la meta es de minimizando la competencia de los concesionarios que no pueden acceder aún a la alta y cara tecnología, entre ellos radiodifusores independientes de todo el país, medios estatales como Radio Imer, Radio Universidad, Canal 11, el nuevo Canal de TV de la UNAM, que trabajan para el país no para el Gobierno en turno, canales de los estados y canales independientes que intentan desde hace mucho hacer una televisión menos nefasta que la de Televisa, que como decía el Papá Tigre, Emilio Azcárraga, está planeada para divertir y controlar a “los jod...”. Pero la más peligrosa meta de la Ley es la inminente, la de su injerencia en el proceso electoral y no nada más porque como mendigó el desvergonzado Felipe “Regálenme spots” o porque pueden los grandes consorcios neoliberales tergiversar informaciones, encuestas o lo que realmente sucede en las campañas para bajar la popularidad de López Obrador, sino porque la situación puede hasta a propiciar un fraude electoral el mismo día de la elección y del conteo de votos.
Lo sabemos los que hemos visto cómo la Cámara de Radio y Televisión ha metido las manos en otras elecciones cuando era sólo aliada del poder, pero subordinada. Y con esta Ley la situación es al revés, el subordinado legal a los medios es el poder político que todos los ciudadanos teóricamente elegimos.
Y cuán irónico, son nuestros representantes populares los diputados (no hay que olvidarlos) y ahora los senadores- también por la noble causa de “regálenme spots”- los que se pusieron y nos pusieron en la picota. No sólo de Televisa y TVAzteca sino de los grandes grupos radiofónicos como “Imagen” de Olegario Vázquez Raña, “Radio Centro” de la familia Aguirre, Radiofórmula de Rogerio Azcárraga.
Y ¿qué es hoy Televisa?
Sigue siendo la Secretaría de Educación de México, pero ahí se concentran los más inquinosos grupos de poder político y económico, personificados por los ex presidentes, por sus socios en política y negocios, por empresarios de profesión oligarcas. Para precisar, es ahí jefe y sin duda inspirador de la Ley, Carlos Salinas, que en casa y promueve su periódico “Crónica”, su propia imagen y la presencia de su gente en pantalla en el Canal de las Estrellas, pues es poseedor del diez por ciento de Televisa y quién sabe de cuánto más con su equipo de prestanombres.
Televisa no es sólo Emilio Azcárraga Jean y su dominante gurú y amigo Bernardo Gómez, con sus secretos de adolescentes. Lo siguen siendo por cierto como lo prueba Jenaro Villamil en “Proceso” en su artículo “La Ley Televisa: todo para ellos”, del que entresaco ilustrativa anécdota: “...Con algunos contratiempos, que lo obligaron a ejercer toda la capacidad de chantaje que le otorga su poder, el consorcio dirigido por Emilio Azcárraga y Bernardo Gómez doblegó a los partidos, puso de rodillas finalmente a la mayoría del Senado y garantizó, por lo menos, el silencio de los candidatos ante una legislación hecha a modo para asegurar sus intereses por varias generaciones. Era la noche del viernes tres de febrero.
En el hotel restaurante Rodavento de Valle de Bravo, la cantante colombiana Shakira acababa de terminar su espectáculo ante las casi cien personas que Televisa invitó a una “encerrona” de dos días. Los tres principales candidatos presidenciales -Andrés Manuel López Obrador, Felipe Calderón Hinojosa y Roberto Madrazo- ya habían comparecido ante un incisivo Bernardo Gómez, vicepresidente de la empresa.
Una vez concluido el acto de Shakira, Gómez animó a los invitados a presenciar una pelea de gallos en un palenque improvisado en los jardines de ese hermoso lugar, que cuenta con cabañas, spa’s privados y lagos artificiales y que colinda con los terrenos donde tanto él como Emilio Azcárraga Jean construyen sus mansiones en Valle de Bravo.
-De este lado, dijo Bernardo Gómez, está el “gallo” de Televisa, y en el otro, el “gallo” de TV Azteca. Su amigo y jefe, Emilio Azcárraga Jean, se le acercó y le sugirió que no hiciera esas comparaciones.
Engallado, Gómez prefirió sujetar a una de las aves de pelea y les dijo a los presentes: “Aunque Emilio no quiere que se mencione a nadie, sí quiero decirles que esto le puede suceder a quien se meta con Televisa”. Y degolló al ave...
Un silencio incómodo rodeó la escena. La fiesta había terminado. Para muchos de los asistentes, incluyendo senadores como Emilio Gamboa Patrón, integrantes de los equipos de los candidatos presidenciales e incluso para invitados especiales como el ex director de la CIA, George Tennet y para la mayoría de los periodistas y comentaristas estelares de Televisa, el mensaje había sido muy claro”.
Sí, Televisa “Es Más”, como dice uno de sus logos, más que los sainetes de Emilio y Bernardo. Es el búnker de los más ricos, de los más altos políticos prianistas encabezados por Salinas. En cuanto a Ernesto Zedillo -misterioso en materia de dinero-, se sabe que tiene titiriteros que cuidan sus intereses dentro de la empresa. Cuando andaba mal, Azcárraga Jean, le pidió ayuda al presidente “La Neta” y sólo populista con los ricos, le dio una mano, a cambio precisamente de incrustar a gente de su confianza, del Cisen, como Leopoldo Gómez, hoy vicepresidente de noticias de Televisa, que se ve en pantalla cuando funge como moderador de sus “alumnos” de “Tercer Grado”, muy tarde y tardío encuentro de sus periodistas, poco interesante porque los inteligentes amigos no pueden patear el megapesebre a menos de “morir por sus ideas”.
Pobres. Alta traición la herencia prianista de Fox. Esta Ley lo prueba, pero esperemos que por anticonstitucional (Artículo 28 y 105) no tenga larga vida. Por lo pronto, ojo con ella de aquí al dos de julio... Librosdemanu@aol.com
Nota: A partir de hoy y hasta el dos de julio incluiré extractos de mi inminente libro “EL PRIAN”.
La gente habla mucho del PRIAN, empezando por AMLO. Quizá algunos creen que es sólo un ardid de campaña del candidato y no es así. Conmigo sabrán el detalle de la vida real del “Partido Bicéfalo”.
En la primera parte: Lo que ha hecho en 17 años de existencia.
En la segunda: Cómo se creó en 1989 y años siguientes.
En la tercera: Quién es quién hoy. La primera parte estará en línea la semana próxima en mi página www.manudornbierer.com y en otros sitios de los que informaré. También pronto estará en librerías el libro impreso.