¡Qué lindos se vieron los tres máximos representantes del Yunque reviviendo a Benito Juárez el 21 de marzo de 2006!
No había ni a cuál irle, pero entre el presidente y sus dos vicepresidentes, los cardenales Abascal y Rivera, yo escojo a este último por picarón. Su aura es más festiva que la de su colega de Bucareli. Atacado de la risa, se burló de los jacobinos, diciendo: “Lo mejor que nos pudo pasar es la separación de la Iglesia y el Estado (claro, no habló de las inauditas riquezas que los curas se habían clavado y que Juárez les quitó) o bien: Si Juárez no hubiera muerto, hubiera declarado otra vez “el 12” fiesta nacional”.
Cierto, el Benemérito de las Américas no iba a cometer la tontería de dejar a la Lupita sin día y designó para Ella el 12 de diciembre. Al que más trabajo le costó pronunciar el nombre del prócer fue por supuesto al trabadísimo amigo de Marta y del pederasta Millonario de Cristo, Padre Marcial Maciel, monseñor Abascal, secretario de Gobernación. Uf, se vio que sufría, pero le dedicó la tortura al Señor y echó un rollito. En cuanto al presidente pues no pudo “chachalaquear” demasiado, pero tampoco perdió la ocasión de utilizar a Juárez contra el que cree que es “su” contrincante en la campaña que sigue haciendo aunque no se entiende para qué, ya que sólo daña a la del verdadero candidato del PAN.
Se vio que a Fox no le gusta Oaxaca. Lucía contrito, porque los medios se ocuparon de recordarle cuan desafiante hacia Benito Juárez y hacia el pueblo de México, que acababa de elegirlo, se mostró en su victoria del año 2000. Remember. Sus primeros actos fueron para la Iglesia y para sus adorados hijos adoptados a los que les dedicó abiertamente su triunfo. Pronto los suplantó su adorada Marta con su propia tribu de vandalitos Bribiesca, pero los cuatro jóvenes Fox De la Concha tuvieron el equivocado honor de recibir el primer homenaje del presidente de todos los mexicanos.
En cuanto a su siempre exhibido (aunque no cumplido) había qué ver al flamante presidente llevando en alto un pendón de la Virgen de Guadalupe, como si fuera cura y se llamara Hidalgo, en lugar del lábaro patrio bajo el que se cobijan millones de mexicanos que no pertenecen a ninguna religión o a las otras que la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos adopta con los mismos derechos que los de la Iglesia mayoritaria.
Primeras majaderías dedicadas a su pueblo por un mandatario que se exhibiría por el mundo haciendo y diciendo todo al revés. El hombre que el 21 de marzo en Oaxaca recitaba indeciso una blandengue semblanza de Juárez, es el mismo que en cuanto tomó el poder puso en lugar del retrato de Benito Juárez en su oficina presidencial, el de Madero de cuya imagen pretendió colgarse.
Es el mismo que con la banda presidencial (cambiada) se burló en el Congreso cuando los legisladores de Oposición, en desaprobación por los actos descritos más arriba y conociendo sus tendencias yunquistas, gritaron en su toma de posesión al unísono JUÁREZ, JUÁREZ, JUÁREZ. Él, despectivamente sonriente, les replicó en contrapunto y con sonsonete burlón : “Juárez, Juárez, Juárez, muchachos”.
Los tartufos que han gobernado durante cinco años y medio en contra de todos los principios juaristas tenían que felicitar al prócer en su cumpleaños número 200. Es obvio que los intentos iniciales de este Gobierno por desaparecerlo no tuvieron finalmente buen éxito. La gente no los siguió y era imposible evitar la celebración del segundo centenario del natalicio del que “No debió de morir” y sobrevivió a su muerte con bastante brillo hasta la alternancia con el Yunque que, hay reconocerlo, lo medio mató buena parte del sexenio, a partir del exilio de su retrato de la oficina presidencial, aunque no pudo con él.
Así pues era urgente revivirlo y no sólo eso sino aprovecharlo para demostrar que López Obrador no tiene nada que ver con Juárez, a no ser las ideas. Así que oyeron el consejo de Bush: If you can’t beat him, join him: Si no puedes vencerlo, únete a él.
El pragmático proverbio gringo, que están adoptando con AMLO algunos priistas resistentes al PAN, sirvió esta vez a los yunquistas con Juárez: Echarse semejante enemigo del otro mundo hubiera acabado con la ya desinflada campaña de su candidato, ahora apodado “Chabelo”, mejor que “Fecal”, caramba.
Fue una práctica que evitó a Fox hablar de cosas molestas como la Guerra y las Leyes de Reforma. Hubiera tenido que explicar a los ignorantes de este país laico, siempre explotado por la Iglesia Católica, que en el silo XIX, la muy exagerada, se había apropiado literalmente del país. Él pertenece a esa Iglesia y la promueve con fervor, aún habiendo creado una pareja presidencial “en pecado”, que ha contravenido descaradamente sus leyes y con aplaudible frescura (en opinión de algunos herejes y de otros pragmáticos religiosos) se fue a dar un beso a las puertas del Vaticano que se oponía a la legitimización religiosa de ese gran amor que Fox acaba de describir para la cadena de noticias Reuters como el mejor regalo que Dios le mandó en sus años de presidente.
Para que no esperes, México, reconocimiento por haber entronizado a Chente, otro que se quiso colgarse de Juárez fue nada más ni nada menos que el cinicazo del Pelón. Vea usted:
Me he vuelto adicta al noticiero “El Cristal con que se Mira”, pero me atraganté de horror el día 21 cuando en la encuesta telefónica “El Calambre”, con la pregunta ¿Quién cree usted que ha sido el mejor presidente de México? aparecieron los nombres a examinar: Benito Juárez, Elías Calles, Lázaro Cárdenas, López Mateos y Carlos Salinas: Ganó Juárez con un calculado 55 por ciento, porque Lázaro Cárdenas le quitó para el segundo lugar 21 por ciento y Carlos Salinas 16 por ciento, López Mateos siete por ciento y Calles uno por ciento.
¿Cómo interesarse ahora en ese tipo de planteamientos? El que incluyó a Salinas en la lista parece desconocer la realidad, la historia y la famosa encuesta según la cual, siete de cada diez mexicanos odian al Pelón. Ah, pero es hoy dueño del diez por ciento de Televisa y promueve en casa su periodiquito “La Crónica”, además de su gloriosa figura. No se vale.
Visítame en mi nueva pág.
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