Intervienen agentes de la DEI para mantener el control del penal
NOMBRE DE DIOS, DGO.- Se amotinaron los 40 presos del penal del Distrito Judicial 13 en protesta por las restricciones al apoyo que reciben del Municipio, exigen los mismos privilegios. La Policía solamente reporta daños materiales y una señora lesionada.
Piedras, palos y ropa ardiendo eran lanzados por los internos hacia las oficinas del penal y algunas llegaban hasta la calle Victoria, por lo que hubo necesidad de solicitar refuerzos de la Dirección Estatal de Investigación y antimotines a fin de calmar los ánimos y evitar desgracias personales.
A las 11:20 horas de ayer, los presos se enteraron del recorte a su despensa y a las 12:00 horas empezaron a manifestar su inconformidad de manera violenta; los diez policías se vieron insuficientes para someterlos al orden por lo que pidieron apoyo a los agentes de la DEI de Poanas, Vicente Guerrero y Durango.
Zina Ruiz de León, subsecretaria de Gobierno, y otros funcionarios de seguridad pública, así como el alcalde Juan Vázquez Deras dialogaron con los dos líderes de los presos para lograr la calma, hasta las 17:40 horas, con la promesa de volverles a dar la misma despensa, una vez que el Municipio logre apoyo adicional del Gobierno del Estado.
Los presos recibieron una despensa mensual con alimentos básicos, además de ocho kilogramos de carne y tortillas, diariamente, así como un bono de 140 pesos por preso a la semana, el cual según la Policía lo destinan en su mayoría para cigarros y tarjetas telefónicas.
Incluso, el Municipio les otorga productos de higiene personal, para su ropa e instalaciones, además de contar cada celada con televisión y todos los servicios elementales, lo cual consideran los policías que son privilegios que muchos de ellos no tienen aun cuando trabajan.
Gustavo Soto Luna, comandante de la Policía Preventiva, reporta que no hubo lesionados, sólo una mujer que recibió una pedrada cuando caminaba por la calle Victoria, sin considerarse de gravedad; los daños materiales fueron en ventanas y puertas rotas, la madera era del taller de carpintería.
Las piedras las tomaron de las piletas de los árboles que están al interior de la cárcel, en fin, los presos de Nombre de Dios se han amafiado, señala la autoridad local. Los líderes son: Andrés Venegas Arias y Rubén Darío Fiscal Piedra, los cuales se hacen llamar ?los presidentes?.
Hay presos de alta peligrosidad que deben ser trasladados al Centro de Readaptación Social, es la petición de las autoridades municipales, porque al paso que van exigirán más privilegios y causarán daños mayores.
Miguel Ángel Palacios Pérez, alcaide de la cárcel, tiene siete años de servicio y considera injustificada la conducta de los internos, pues viven como ?reyes? en una cárcel municipal, cuando deberían estar en el Cereso.
Complementaria
Recorte presupuestal
El alcalde Juan Vázquez Deras comentó que este mes el Municipio tuvo un recorte del 40 por ciento en su presupuesto; en octubre ocurrió lo mismo, pero esta vez se vieron en la necesidad de hacer ajustes al gasto, entre ellos el que se genera en el penal.
Cada mes, el Municipio recibe 300 mil pesos en Seguridad Pública, lo cual es insuficiente para sostener el gasto de la cárcel distrital; por eso el Cabildo tomó la decisión de disminuir la despensa, lo que causó la rebelión de los presos.
Indicó que los presos son en su mayoría de los municipios de Vicente Guerrero, Poanas y Súchil, algunos de Chalchihuites, Zacatecas. Por eso platicó con los alcaldes de los tres primeros ayuntamientos a fin de que cooperen en el gasto; ?dijeron que sí pero hasta la fecha no hay nada concreto?, añadió.
Sin embargo, Vázquez Deras espera que con este problema recuerden su compromiso para que Nombre de Dios no tenga que tolerar toda la carga de la cárcel.
Viven como ?reyes?
Los presos de Nombre de Dios gozan de privilegios; la Policía señala que tienen la desvergüenza de mantener a sus familias con la misma despensa que reciben del Municipio.
En lugar de llegar comida u otros productos necesarios para el aseo, salen las mujeres con sus bolsas de jabón, champú, pasta dental, en fin, cada semana que van de visita salen con despensa.
Cuando los detienen por los delitos que purgan, están flacos por la droga, desnutridos, y en poco tiempo se recuperan en el penal, es algo muy común. Hasta se llega a creer que prefieren vivir encerrados, pues tienen todos los servicios a su alcance.
El 3 de octubre se escapó el preso Ambrosio Bobadilla Martínez y el 19 del mismo mes la Policía lo recapturó en Villa Unión; prácticamente se dejó detener, pues le va mejor en la cárcel, donde comen bien y sin trabajar, señalan indignados los preventivos.