AGENCIAS
MIAMI, FLORIDA.- El caricaturista cubano de El Nuevo Herald, José Varela, se entregó a la Policía de Miami, tras permanecer armado cuatro horas en el interior del diario para pedir la renuncia del director de la publicación, Humberto Castelló.
Un portavoz de la Policía de Miami confirmó que había acabado la situación al entregarse Varela a las autoridades después de haber permanecido atrincherado y armado de una subametralladora en el despacho de Castelló.
Según informó el diario, no hay heridos y la redacción fue evacuada. La Policía rodeó la sede del diario al intentar negociar con el caricaturista.
Varela entró a la redacción sobre las 10:40 (15:40 GMT) vestido con uniforme militar de camuflaje y gafas oscuras y, tras sostener una discusión con uno de los editores de fotografía, se dirigió a la oficina del director, que estaba vacía, donde se atrincheró.
Antes de entregarse, José Varela, aseguró que “está preparado para morir y que se considera un hombre muerto”, según dijo un compañero.
Varela, según explicó Rui Ferreira, periodista de ese diario, exigía que se cumplieran tres puntos para entregar las armas: la renuncia del director de El Nuevo Herald, Humberto Castelló, y del subjefe de redacción, Benigno Dou, a quien Varela acusa de ser “un depredador sexual”.
En tercer lugar, Varela que portaba una escopeta de cañón recortado y una subametralladora UZI, pidió que se “exponga la verdad del exilio cubano en The Miami Herald”, por lo que reclama la renuncia también de Tom Fiedler, quien hizo comentarios despectivos a los exiliados cubanos en Miami a los que calificó de “pequeños chihuahuas”.
Varela reclamó que el periódico “empiece a tomar una posición de respeto hacia el exilio cubano”, señaló Ferreira.
“Estoy sereno y tratando de concentrarme en lo que pueda”, dijo Varela en conversación telefónica a Ferreira quien, sin embargo, comentó que notó a su compañero “sereno pero confundido”.
“Varela, que está solo, pidió hablar con el padre Alberto Cutié (sacerdote católico de la comunidad hispana de Estados Unidos)”, indicó Ferreira.
Rui Ferreira explicó que la semana pasada Varela estuvo en la redacción y dijo que había comprado recientemente una escopeta de “cañones recortados y una submetralladora UZI”.
Según el periodista, Varela dijo que lo hizo porque “se sentía inseguro en el área de Júpiter (una localidad al norte de Miami), a donde se había mudado, tras su divorcio”.
Varela, que es cinta negra de karate, tiene dos hijos y desde hace tres meses está separado de su esposa. El instructor de karate de Varela, Félix Puga, se ofreció a mediar y hablar con el caricaturista.
Esta no es la primera vez que el edificio del Miami Herald se encuentra en el eje de una controversia. En julio de 2005 el ex comisionado de la ciudad de Miami, Arthur Teele se suicidó en el vestíbulo del edificio tras pedir hablar con el columnista Jim DeFede.
