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MÉXICO, DF.- A 13 años de la balacera en el aeropuerto de Guadalajara, Jalisco, en donde murió el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, así como otras seis personas, el caso se mantiene en ?reserva? y nadie ha sido sentenciado por esos hechos.
Luego de que la actual administración federal reabrió el caso para buscar más elementos, permanece la primera hipótesis que el entonces procurador general de la República, Jorge Carpizo, reportó y que consistía en que el cardenal quedó en medio del fuego cruzado.
Las investigaciones señalaban que sicarios de las bandas de narcotraficantes que comandaban Benjamín Arellano Félix y Joaquín ?El Chapo? Guzmán Loera (hoy prófugo de la justicia) se enfrentaron a tiros y el vehículo del prelado quedó en medio.
A petición de un grupo de personas relacionadas con la Iglesia Católica en el estado de Jalisco, encabezados por el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, la Procuraduría General de la República reabrió el caso pues ya se había cerrado desde el sexenio anterior junto con los de Luis Donaldo Colosio Murrieta y José Francisco Ruiz Massieu.
Ante la inexistencia de más elementos para seguir investigando el homicidio de Posadas Ocampo, el procurador Rafael Macedo de la Concha anunció que el caso enviaría a la reserva, pero si se hallaban más elementos se podría abrir, por lo que no se consideraría cerrado.
Entre los responsables de esa balacera las autoridades federales señalaron a los narcotraficantes Benjamín Arellano Félix, quien apeló la sentencia de un juez federal por homicidio calificado, mientras que el proceso contra ?El Chapo? Guzmán quedó pendiente, tras su fuga del penal de Puente Grande en enero de 2001.
En julio de ese mismo año las autoridades pensaron que podrían haber dado con uno de los gatilleros que intervinieron en la balacera del 24 de mayo de 1993, en Guadalajara, cuando se descubrió la verdadera identidad de un homicida detenido y sentenciado a 50 años de prisión por otros hechos perpetrados en Tijuana, Baja California.
Se trata de Jorge Humberto Rodríguez Bañuelos, apodado ?La Rana? quien en su juicio por la muerte de un automovilista y por causar lesiones con arma de fuego a dos policías municipales, un taxista y un transeúnte había dicho que su nombre era Carlos Durán Montoya.
Cuando en 2001 se determinó que se trataba de un sujeto de alta peligrosidad y que debía ser trasladado al penal de alta seguridad de Puente Grande en el estado de Jalisco, se encontró que la verdadera identidad del sujeto era Jorge Humberto Rodríguez Bañuelos.
Bañuelos Así se aclaró que Rodríguez Bañuelos había participado al mando del grupo de sicarios de Benjamín Arellano Félix, quien incluso dijo a los demás pistoleros de ese grupo qué tipo de armas debían llevar a ese atentado en el que pretendían matar a Joaquín ?El Chapo? Guzmán.
Por esos hechos no se logró concretar la acusación, debido a que ?La Rana? había cambiado su apariencia física mediante cirugías plásticas después de la balacera de Jalisco en 1993, aunque recibió una sentencia de 50 años de prisión por los hechos violentos de Tijuana, Baja California.
Hasta hoy permanece el caso del cardenal Posadas Ocampo en la reserva de las investigaciones de la PGR, y solamente en caso de que haya información fehaciente de la muerte del cardenal de Guadalajara podrá rescatarse el caso para darle seguimiento.
