Se calcula que 5.7 millones de hispanos están inscritos para sufragar el próximo siete de noviembre.
EL UNIVERSAL
WASHINGTON, EU.- Demócratas y republicanos mantienen una lucha encarnizada, ?puerta por puerta?, por el voto hispano, conscientes de que será un factor decisivo en el equilibrio del poder en el Congreso que salga de las elecciones del próximo martes.
En Estados Unidos hay cerca de 44.6 millones de hispanos, de los que se calcula que 5.7 millones están inscritos para votar. Sin embargo, son más de 17 millones los que tienen derecho al voto, pero no han cumplido con el requisito imprescindible de inscribirse.
Los números constatan que el ?poder latino? es un fenómeno en aumento: su voto subió 18 por ciento a nivel nacional entre 2002 y 2006. En ese período el porcentaje fue mayor en estados como Colorado (38 por ciento), Florida (29 por ciento), Arizona (22 por ciento), Texas (21 por ciento), Nueva Jersey (20 por ciento) y Nuevo México (18 por ciento).
En el caso de los hispanos, asuntos como la educación, la economía, la inmigración y la guerra en Irak son cruciales.
Este año los estadounidenses renovarán la totalidad de la Cámara de Representantes (435 escaños), un tercio del Senado (33 escaños), 36 gobernadores y decenas de puestos locales y estatales. Las papeletas contienen nombres hispanos en 38 estados, en comparación con 26 en 1998.
Al igual que en 2004, los hispanos podrían marcar otro hito en su despertar político al elegir a la primera senadora latina en la Legislatura estatal de Minesota.
IMPORTANTE SECTOR
En 2006, ?los latinos podrían determinar el resultado de algunas de las contiendas más reñidas?, vaticinó el Fondo Educacional de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (NALEO, por sus siglas en inglés).
Según NALEO, la madurez política hispana, tanto de sus candidatos como de sus votantes, se ve reflejada en las campañas electorales de costa a costa.
?Los latinos están demostrando que pueden recaudar fondos, organizar redes políticas, movilizar a los votantes y lograr importantes apoyos ? de la sociedad, comentó Arturo Vargas, director ejecutivo de NALEO.
Algunas de las contiendas más reñidas se libran en sectores con alta concentración hispana, como el Distrito siete de Colorado y el Distrito uno de Nuevo México. Para el Senado, las de mayor interés son las de Nueva Jersey, donde el demócrata Bob Menéndez disputa el escaño al republicano Thomas Kean Jr., y la de Arizona, donde el urbanista demócrata Jim Pederson se enfrenta al senador republicano Jon Kyl.
En la Cámara Baja, las luchas en Nuevo México, Connecticut, Florida, Illinois y Colorado ofrecen un libreto clásico sobre estrategia electoral.
Paradójicamente, las restricciones a los derechos o privilegios de los inmigrantes, a nivel federal y en varios estados y municipios, fueron la mecha que detonó el activismo de los hispanos.
Ambos partidos se proyectan como el que mejor representa los intereses de la minoría más grande de EU, a juzgar por la millonada invertida en anuncios en español en los que prometen mayores beneficios a los hispanos.
Luis Miranda, portavoz del Partido Demócrata, dijo que, sólo en la recta final de la campaña, se invirtieron más de dos millones de dólares en actos de movilización de las minorías.
?NUEVO RUMBO?
Para cortejar el voto hispano, voluntarios demócratas acuden a canchas de futbol, centros comunitarios, negocios y hogares para impulsar su agenda denominada ?Un nuevo rumbo para EU?, en la que se proyectan como defensores de los trabajadores y la clase media.
En un anuncio humorístico, instan a los latinos a votar por un cambio, -para que no les den ?gato por liebre?, aconsejan-, así como cambiarían a un estilista, un mecánico o un doctor deficiente.
Los republicanos tampoco se quedan atrás y han reclutado a 15 mil ?líderes de equipo? en todo el país para organizar campañas de inscripción de votantes, talleres, mítines políticos y visitas a hogares latinos.
Eso sin contar a los voluntarios que participan en campañas locales y los anuncios publicitarios en español en los que señalan que los demócratas no ofrecen ? soluciones verdaderas ? a los problemas más acuciantes de EU.
?Queremos seguir la misma línea de 2004, recordando a los hispanos que con el presidente George W. Bush y los republicanos en el Congreso, su situación ha mejorado. Nuestro partido está comprometido a seguir atrayendo más rostros y voces de la comunidad hispana?, dijo Hessy Fernández, portavoz republicano.