EFE
CISJORDANIA.- Siete palestinos murieron y más de 75 resultaron heridos en una nueva ola de enfrentamientos entre seguidores de Hamas y Al Fatah en Gaza y Cisjordania, reflejo de la tensión entre el Gobierno de Ismail Haniye y la Presidencia de Mahmud Abbas.
Los choques comenzaron en distintos puntos de la Franja de Gaza, después que el ministro del Interior, Said Siam, diera instrucciones a los miembros de la denominada Fuerza Auxiliar -leal a Hamas y creada poco después de que el grupo islámico accediera al poder-, para que impidiera por la fuerza una manifestación de funcionarios de los organismos de Seguridad.
Los miembros de la Fuerza, de carácter paramilitar, emplearon armas de fuego, lanzaderas antitanque y granadas para disolver la protesta, en la que funcionarios de otros organismos de Seguridad tenían por objeto protestar por el impago de sus salarios.
Gran parte de los manifestantes, vinculados al movimiento Al Fatah, que preside Mahmud Abbas, exigen al Ejecutivo palestino que pague o dimita de sus funciones, pues esta situación acucia a los funcionarios palestinos desde que el grupo islámico accedió al Gobierno hace seis meses.
Unos 165 mil funcionarios y miembros de los organismos de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) llevan meses sin cobrar sus sueldos debido al boicot de la comunidad internacional al Gobierno de Hamas.
Según fuentes hospitalarias de Gaza, entre las víctimas mortales se cuentan dos agentes de la Policía palestina, tres civiles -entre ellos un menor de 15 años- y dos miembros de la guardia presidencial.
Tras los enfrentamientos en Gaza, seguidores de ambos grupos cruzaron una serie de acusaciones mutuas, sobre cuál de los dos grupos había sido el responsable del estallido de la tensión.
Las “Brigadas de los Mártires de Al Aqsa”, facción armada vinculada a Al Fatah, amenazó ayer por la tarde con atacar instituciones de Hamas en Cisjordania en respuesta a los acontecimientos ocurridos en la Franja Gaza y la muerte de dos miembros de la guardia presidencial.
Las amenazas no se hicieron esperar: la violencia cundió ayer por la tarde en la capital administrativa de Cisjordania, en Ramallah, donde un grupo de militantes de Al Fatah trató de incendiar la sede del Consejo Legislativo (Parlamento) y atacó varios edificios gubernamentales.
Centenares de seguidores de Al Fatah habían tomado poco antes las calles de Ramallah quemando neumáticos y exigiendo a Hamas que se marche del Gobierno de inmediato.
Milicianos vinculados al grupo nacionalista irrumpieron en las oficinas del primer ministro Haniye y trataron de incendiarlas, así como también un vehículo perteneciente al ministro de Educación.
Ayer por la mañana, milicianos de Al Fatah dispararon contra el director del departamento del Waqf (comité islámico) en la ciudad de Jenín, que resultó salir ileso del ataque, según testigos presenciales.
Entretanto, la radio vinculada al movimiento islámico Hamas acusó ayer al presidente Abbas de ser el responsable de la situación de caos y violencia y de haber dividido a la población.
