Finalmente se concretó la firma de Ricardo Antonio La Volpe con el Boca Juniors de Argentina, y a partir de mediados de septiembre dirigirá al popular conjunto porteño. Después de varios días de incertidumbre, rumores y la negativa inicial del estratega aduciendo desconocimiento del medio, ahora sí es oficial y el banquillo xeneize tendrá al técnico pampero avecindado durante muchos años en nuestro país.
La suerte que correrá La Volpe es una incógnita, existiendo argumentos para triunfar pero también actitudes que pueden hacer naufragar el proyecto futbolístico del cuadro boquense.
En su favor Ricardo tiene el hecho de ser un hombre enamorado de su trabajo; sabido es que es obsesivo en su forma de entrenar, planificar y ejecutar movimientos que el jugador debe aprender de memoria. Generalmente con buenos resultados en lo inmediato pues sus equipos juegan alegremente y suelen llenar la pupila.
La Volpe es estudioso y suele dar oportunidad a los elementos jóvenes y en un país exportador por excelencia como es Argentina estará en su mero mole.
La contra está en la legendaria incapacidad de La Volpe para dirigir figuras; cuando ha tenido que hacerlo a nivel de clubes ha fracasado estrepitosamente, y en la Selección Nacional hizo un pacto de complicidad con las figuras, al grado de que eran los jugadores emblemáticos quienes decidían quién sí y quién no debía ser convocado.
La escuela lavolpista, como se le llama al estilo de juego que siguen casi todos sus alumnos, tiene como característica fundamental jugar bonito y no ganar nada; en Boca Juniors le exigirán títulos pues a eso se han acostumbrado y cualquier resultado diferente será un fracaso por muy lindo y atildado que sea el modo de jugar.
La inseguridad personal del estratega suele jugarle malas pasadas y deteriora su relación con el entorno. Facilito para meterse en broncas por no conectar el cerebro antes de hablar, sus palabras se vuelven contra él y va generando inquinas con la prensa en general.
A todo aquel que no comparte su forma de pensar lo tacha de ignorante y cree que su punto de vista es universal; deberá andar con cuidado en un medio donde la crítica es en serio, pues si se quejaba de la prensa azteca, que se espere a ver la realidad de la argentina. En su cuerpo técnico ha incluido a Flavio Davino, recién retirado del balompié, quien es además su yerno.
Si al Mundial llevó por sus purititas pistolas a Rafael ?Chiquis? García, con quien también le une un parentesco pues está casado con su hija, pues no veo por qué no deba incluir en el banquillo a la familia. Ser o tener un suegro así.
En fin, habrá que desearle la mejor de las suertes a Ricardo Antonio y a su familia en su aventura en el futbol argentino.
Creo que al margen de que pueda caer simpático o no, tiene la capacidad para dirigir a un cuadro de prosapia como Boca Juniors. Enhorabuena.
