El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Aurelio Adame, representante del Gimnasio Prince, se alzó como el gran triunfador del primer Torneo de Fisicoconstructivismo de Gómez Palacio, efectuado al mediodía de ayer en el Teatro Alberto M. Alvarado, escenario que registró una excelente entrada de público.
El ahora campeón sostuvo un excelente duelo durante la competencia con Nicolás Papadakis, también del Gimnasio Prince, donde ambos debieron mostrar lo mejor de sí sobre el escenario, mientras que el resto de los participantes en la gran final del certamen prácticamente estuvieron como espectadores.
Por su nivel, Adame y Papadakis entraron directamente a la categoría Absoluta, donde estaban ya, previa eliminatoria, elementos como Manuel Andrade, René de León, Héctor Arellano y David Muñoz, ganadores de las diferentes categorías convocadas en la rama varonil.
En la competencia de fisicoconstructivismo de la rama femenil, la ganadora fue Patricia Abdó del Gimnasio Prince, en tanto que en fitness los máximos honores fueron para Laura Alferes, también del Gimnasio Prince.
El detalle de la jornada estuvo a cargo de la campeona nacional de fitness, Yandra Mota, quien dio una excelente exhibición en esta disciplina para ganarse el reconocimiento del público asistente, quien pudo apreciar su belleza y los resultados de horas de intenso trabajo en el gimnasio.
Lo lamentable
Como suele ocurrir en este tipo de certámenes, los organizadores suelen olvidar que la competencia es protagonizada por personas, jóvenes y adultos de ambas ramas, que invierten gran cantidad de su tiempo en los gimnasios y en comprar complementos alimenticios, todo ello dentro de una estricta disciplina durante las 24 horas del día.
Es triste ver que en cada certamen de este tipo, todos los participantes sean manejados e identificados como simples números, al dejar de lado su nombre, sus apellidos y los gimnasios a los cuales representan.
La dignidad de los participantes queda de lado al ser prácticamente anónimos ante el público que acude a presenciar las competencias, quien se entera de su identidad por comentarios que escucha en los pasillos, nunca por parte de los que dirigen los certámenes, quienes se limitan a anunciar a los triunfadores por su número.