No tengo las cifras a la mano, pero me atrevería a pensar que gran cantidad de gente en el mundo entero estará pendiente hoy de la inauguración de la Copa Mundial de Alemania 2006, que será inmensamente superior a la que presenció el alunizaje de los norteamericanos en 1969.
Seguramente en 2000 años más un comentario como este será criticado por los historiadores, que dirán en el Siglo 21 los terrícolas éramos todos pelotudos.
Efectivamente, no me cabe duda que así será y si siguen urgando se encontrarán con la presente crónica.
Verán como en el inicio de junio del 2006 todos tenemos pronósticos diferentes, quién será el campeón del mundo en el juego de la pelota (futbol), quizá en ese entonces ya no existan las naciones, por lo tanto trataremos de graficarles que los pronósticos hablan de un equipo que viene de Sudamérica, de raza morena y que aparte de bailar samba y gozar del festival de Río, su deporte nacional es el futbol, el cual tiene un sello característico, que sus elementos juegan y se divierten, esperando que además digan que la gran revelación resultó ser un equipo que venía de norteamérica, descendiente de los mayas y los aztecas, quienes con un juego aplicado, ordenado y dinámico fueron la sorpresa del campeonato.
No nos cabe duda que terminando este evento con alegrías y llantos que no faltarán, hay algo que quedará latente en la historia de los mundiales, el de Alemania 2006 será el punto de partida a los mundiales de futbol, en donde la tecnología cambiará la participación del espectador notablemente, entre el que asiste al estadio con el que lo mira en su casa.
Que mejor país que Alemania, reconocido por su orden, disciplina y esfuerzo para mostrarnos lo que será el espectáculo del futbol en este nuevo milenio, en una de esas estamos, en las puertas de un hecho trascendental en el mundo, quizá no nos damos cuenta, pero es innegable que el poder de convocatoria será todo un récord.
Hasta la próxima.