EFE
Nueva Delhi.- Una anciana viuda falleció tras arrojarse a la pira funeraria de su marido en el estado indio de Madhya Pradesh (centro del país), en el segundo caso en un mes de esta tradición prohibida por la Ley, informó la agencia de noticias PTI.
Según informaron fuentes policiales este nuevo caso de "sati" (inmolación de una viuda en la pira funeraria de su esposo) tuvo lugar en la localidad de Baniyani del distrito de Chhatarpur cuando una anciana de 95 años llamada Kuria se lanzó a la hoguera en la que ardió el cuerpo de su marido, Siaram Rajput, fallecido un día antes.
Los cuatro hijos de Kuria fueron detenidos por la policía acusados de asesinato, bajo la Ley de Prevención del sati, según informó el administrador del distrito, Ajatshatru Shrivastava, que acudió al lugar de los hechos para supervisar la apertura de una investigación.
Otras personas que asistieron a los ritos funerarios fueron también arrestadas por instigar a la mujer a inmolarse, informó el inspector general de la policía Swarn Singh.
Varios de los vecinos de la localidad se manifestaron en las calles exigiendo que se construya en el lugar del suceso un "templo de sati", al considerar el acto un hecho sagrado.
El sati, una práctica del Hinduismo con más de 700 años de antigüedad fomentada normalmente por la familia del esposo, está prohibida en la India desde 1829 y es una tradición que se consideraba prácticamente extinguida, aunque aún se registran algunos casos aislados.
La Ley castiga hasta con la pena de muerte a aquellas personas que directa o indirectamente fomenten este rito, lo aplaudan o lo festejen.
El pasado 22 de agosto, Janakrani, una mujer de 45 años cometió sati en el pueblo de Tulsipur, también en el estado de Madhya Pradesh.
En este caso la mujer se lanzó a la hoguera de noche y sin que hubiera nadie más en el lugar, por lo que la policía no pudo acusar a nadie, aunque admitió la dificultad de demostrar si fue un suicidio voluntario o si la viuda se vio forzada por la sociedad y su familia política.
Las organizaciones de defensa de la mujer consideran que la idea que justifica el "sati" es que el único valor de las mujeres depende de los hombres y que la continuidad de esta práctica es una prueba más de la discriminación de la mujer en la India.