Nueva York, (Notimex).- Más de un millón y medio de personas pintaron de verde la Quinta Avenida de Manhattan para celebrar el tradicional desfile del Día de San Patricio, en medio de polémicas por la prohibición a la participación de homosexuales.
Hombres, mujeres y niños de todas las edades se apostaron a lo largo de la Quinta Avenida, entre las calles 44 y 86, para ver a unas 150 mil personas que participaron en el desfile, donde resonaron con fuerza las gaitas y se vieron bailes típicos irlandeses.
La mayoría de los participantes vestían de verde y usaban gorros en forma de trébol al tiempo que muchos hombres lucieron las tradicionales faldas de cuadros, animados por el brillante sol y las benignas temperaturas con que amaneció Nueva York.
De esta forma el desfile de San Patricio, patrón de Irlanda, se reiteró como una de las celebraciones más numerosas y seguidas en Estados Unidos, donde según el censo oficial unas 34 millones de personas tienen raíces irlandesas.
El desfile de San Patricio de Nueva York, donde se localiza el grupo mayoritario de personas de origen irlandés en este país, es el más multitudinario y antiguo de los que se celebran en Estados Unidos en donde se conmemora desde 1762.
El festejo, al que acudieron el alcalde de la ciudad Michael Bloomberg, la senadora Hillary Clinton y el ex alcalde Rudolph Giuliani, estuvo marcado este año por la controversia que desató el presidente del comité organizador del desfile, John Dunleavy.
Dunleavy, en declaraciones a un periódico irlandés, justificó su decisión de impedir por decimosexto año consecutivo la participación de la asociación estadounidense-irlandesa de gays y lesbianas al compararla con los neo-nazis y con el Ku Klux Klan.
En la entrevista con el diario "The Irish Times", el organizador del evento señaló que si se permitía participar en el festejo a los gays y a las lesbianas, "¿qué vendría después?, "¿la asociación irlandesa de prostitutas?", cuestionó.
En señal de protesta, la legisladora local demócrata, Christine Quinn, con antepasados irlandeses y que se ha declarado lesbiana públicamente, no asistió a la marcha.
En protesta por las palabras de Dunleavy, varias personas portaron esta tarde una pancarta en la que se podía leer "Tropas fueras, maricas dentro", en referencia a la alta participación en el desfile de grupos y asociaciones militares y de policías.
En un intento por apartar la polémica, Dunleavy señaló durante el desfile que "estamos celebrando nuestra fe y nuestra herencia, todo lo demás es secundario".
El alcalde tampoco quiso reavivar la controversia pero dijo antes de desfilar que "siempre he creído que esta es una ciudad donde los desfiles deben estar abiertos a todo el mundo y la orientación sexual o el género no debe ser lo que decida".
Tras el fin de la marcha se abrió la veda para que la gente se acerque a los cientos de bares y pubs irlandeses que localizados en esta ciudad para comenzar a beber las típicas "pintas" de cerveza.