El cierre de la carretera Durango-Mazatlán se prolongará hasta nuevo aviso, informó la SCT, ya que las labores de retiro de escombro se han prolongado más de lo contemplado.
El Siglo de Durango
Pese a que las intenciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) eran reabrir la circulación de la carretera Durango-Mazatlán ayer al mediodía, finalmente esto no fue posible y la citada rúa permane cerrada todavía.
La SCT anunció que ayer a las 21:00 horas se suspendían las labores de retiro de escombro en dicha rúa y será hasta hoy cuando se informe de la situación para ver si se puede reestablecer la circulación vehicular.
El miércoles de la semana en curso, la dependencia federal se dio a la tarea de despejar la citada vía de comunicación a la altura del kilómetro 168 + 800, pues se encontraba obstaculizada por rocas y tierra. El anuncio era de que ayer al mediodía estaría lista para el paso de los carros.
El camino quedó bloqueado por siete mil metros cúbicos de material que se desprendió de un cerro adyacente el pasado viernes, día en que elementos de la SCT iniciaron trabajos y en horas de la tarde pudieron restituir el tráfico vehicular en un solo carril, pero persistía el peligro de nuevos derrumbes.
Por eso se determinó dinamitar las áreas que se consideraron de mayor peligro, con la finalidad de retirar el material que estorbaba la circulación y permitir el paso vehicular por los dos carriles. Sin embargo, los trabajos se alargaron más de lo previsto.
El contratiempo dejó ver que el Centro de la SCT y la Comisaría de la Policía Federal Preventiva (PFP) manejan información distinta sobre la posibilidad de permitir la circulación de los automovilistas.
Antes de la una de la tarde de ayer, se acudió con Vicente Corona Jiménez, inspector jefe de la PFP, para conocer si ya se podía transitar por la carretera que conecta con el vecino estado de Sinaloa. Calculó que cerca de las 20:00 horas ya se normalizaría el paso.
Mientras recibían la notificación de que ya era un sitio seguro para los conductores, se mantuvo la determinación de que los automóviles no pasaran hasta El Salto, Pueblo Nuevo, Durango, y de Mazatlán hacia la entidad, hasta El Palmito.
Reconoció que el cierre de la carretera generó problemas, en especial a los camiones de carga, que se concentraron en El Salto al resultarles contraproducente regresar a su lugar de origen o bien, elevar sus gastos al buscar una ruta alterna rumbo al Pacífico.
Un problema al que se enfrentaron fue la incredulidad de la gente respecto de la situación que prevalecía y más de uno insistió en pasar por la carretera.
Expuso que en el operativo que se montó participaron dos patrullas por parte de la región que le compete a Durango y un número igual a la Comisaría de sector Mazatlán.
La SCT a las 13:30 horas informó que posiblemente la circulación se normalizaría a las cuatro de la tarde, pues los técnicos aún trabajaban en el lugar del siniestro. Ya para las cinco de la tarde rectificaron y el anuncio fue que sería hasta las ocho de la noche, pero a las nueve la SCT confirmó que la rúa seguía obstaculizada hasta nuevo aviso..
Duro reto
Tras el derrumbe que se presentó en el kilómetro 165 + 800 de la carretera Durango-Mazatlán, la SCT buscó la forma de evitar mayores riesgos para los viajeros en esa zona.
-El trabajo de demolición inició el miércoles y la primera detonación se realizó a las 11:00 horas.
-Luego de una estruendosa detonación, miles de toneladas de roca de nueva cuenta invadieron el total de la carretera y una parte de ellas fue retirada a un barranco cercano, pero hubo bloques tan voluminosos que ninguna de las máquinas que ahí trabajaron pudieron siquiera moverlas.
-Así que los técnicos tomaron la decisión de hacer otra y hasta otras dos detonaciones, prolongándose el trabajo hasta las primeras horas de la noche sin que se pudiera reanudar el tráfico.
-De esta forma, los trabajos duraron varias horas más de lo previsto, ocasionando que la circulación por la carretera fuera afectada.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.