EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Las familias de las colonias y de las comunidades rurales cercanas al rastro municipal, se quejan por el mal olor que de ahí se genera debido a que los desechos son tirados al aire libre.
El tema del matadero es uno de los más recurrentes, pero a pesar de los múltiples señalamientos que han hecho los vecinos, las instituciones y hasta El Siglo de Torreón, las condiciones en este lugar no mejoran.
Es uno de los tantos rastros municipales del estado de Coahuila que no cumplen con las normas establecidas para su buen funcionamiento, ya que hasta se le han detectado irregularidades como verter desechos al drenaje y en el suelo y aún así continúa operando.
Lo cierto es que el nauseabundo olor se hace intenso cuando se está más cerca del lugar. Las familias de la colonia Nuevo Jaboncillo y del ejido Santo Niño siempre se han quejado por esa situación, más ahora por las temperaturas tan altas registradas en los últimos días.
En el lugar se trabaja de manera más que rudimentaria y tanto la sangre como las vísceras corren por una especie de canalito que va a dar a una laguna donde ahí se estancan por días.
Las moscas abundan y los perros no pierden la oportunidad de morder los pedazos de las reses descompuestas. Todo esto representa un riego de salud para los habitantes que tienen sus viviendas cerca de este lugar.
Por todos es sabido que la forma en que se lleva el proceso de la matanza es de lo más rústica posible y por eso su higiene es cuestionable, pues los canales pasan la mayor parte del tiempo en el piso hasta que son transportados en una unidad por igual pestilente.
Es claro que la Presidencia Municipal ha dejado de invertir en el matadero, por el proyecto del nuevo rastro inconcluso, que según las autoridades será Tipo Inspección Federal (TIF).
El caso es que mientras el Municipio decida retomar el proyecto del matadero, cuyas instalaciones están en obra negra, la molestia que ocasionan los olores nauseabundos continuará para desgracia de un buen número de familias maderenses.
La queja
Las familias de las colonias y de las comunidades rurales cercanas al rastro municipal:
Se quejan por el mal olor que de ahí se genera debido a que los desechos son tirados al aire libre.
Es que es uno de los tantos rastros municipales del estado de Coahuila que no cumplen con las normas establecidas para su buen funcionamiento.
Se le han detectado múltiples irregularidades, como verter desechos al drenaje y en el suelo y aún así continúa operando.
Todo parece indicar que el problema continuará hasta que el Municipio decida retomar el proyecto del nuevo rastro.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón