EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- Tras sostener acalorada discusión con sus padres que le reprochaban su adicción por los inhalantes, joven de 17 años de edad, que además padecía de severas crisis depresivas, se quitó la vida, ahorcándose en el patio de su casa.
La fatal tragedia tuvo como escenario el interior del humilde domicilio ubicado en avenida Felipe Ángeles No. 80 de la colonia Valparaíso de esta ciudad, donde Aarón Ríos Rivera, fue recriminado por sus progenitores sobre su gusto por las drogas.
Fue alrededor de las 23:30 horas cuando el hoy occiso se enfrentó con su padre Juan de Dios Ríos Robles, de 50 años y su madre, de la cual no se proporcionó el nombre, quienes trataron de que el joven entrara en razón y se alejara del vicio que tanto daño le estaba ocasionando.
Sin embargo, para Aarón los motivos que le expusieron sus padres no fueron suficientes para hacerlo entender de las terribles consecuencias del uso de los inhalantes como es el caso del resistol amarillo.
El muchacho llevaba tiempo además que era presa de profundas depresiones durante la cuales llegó a presentar signos de angustia y desesperación que ocasionaron la intervención de profesionistas de la medicina para tratar de controlar estas crisis.
La discrepancia de opiniones ocasionó que lo que comenzó como una plática tranquila, terminara en una acalorada discusión, donde Aarón agredió verbalmente a sus padres y éstos lo amenazaron con internarlo en un centro de rehabilitación si no hacía caso.
Mortal decisión
Con la furia contenida por los reproches que le hicieron sus padres, Aarón Ríos Rivera se fue a refugiar a la soledad de su habitación, donde por casi una hora estuvo pensando en lo que sería de su vida con los constantes reclamos de su familia.
Con la idea de que lo que hacía era lo correcto, pretendió vengarse de quienes le aseguraban que estaba equivocado y para ello determinó escapar por la puerta falsa para que ya no hubiera más regaños ni reproches.
Determinado, el joven buscó una cuerda de manufactura sintética y se escabulló sigilosamente hacia el patio de la parte de atrás de su casa, donde sin que nadie lo viera, ató el extremo de la soga a una gruesa rama del árbol que ahí se encuentra.
Un banco de madera le sirvió para treparse y hacer un lazo alrededor de su cuello. Pensando que con su acción se desquitaría de lo que le dijeron sus padres, Aarón se dejó caer provocando que el cordel se ajustara y comenzara a tener signos de asfixia.
Su cuerpo fue descubierto por su atribulado padre, quien nada pudo hacer por su hijo y dio parte a las autoridades para que acudieran a dar fe del cadáver, constituyéndose en el lugar el Ministerio Público en turno, Carlos Freire Quintana y la secretaria abogada Miriam Pamela Hernández Ramírez.
