Madrid.- Los niveles de ozono en la estratosfera se han recuperado en los dos últimos años, posiblemente por el control del cambio climático, pero "no hay hechos objetivos claros de que el agujero en la Antártida se esté cerrando", según un estudio del Instituto Nacional de Técnica Aerospacial (INTA) de España.
El jefe de Investigación e Instrumentación Atmosférica del INTA, Manuel Gil, explicó en Madrid que "parece que funcionan" el Protocolo de Montreal y las medidas internacionales adoptadas para hacer frente al problema de la capa de ozono en la atmósfera.
Gil ha dirigido un estudio realizado en las Islas Canarias en colaboración entre el INTA y el Observatorio Atmosférico de Izaña del Instituto Nacional de Meteorología (INM), en el marco de un proyecto denominado Trompeta, para analizar el impacto del polvo sahariano en las mediciones de la capa de ozono y saber con exactitud los daños causados por la contaminación industrial.
Desde el 2000, indicó, "se ha invertido la tendencia creciente de presencia de cloro en la atmósfera", que ha empezado a decrecer en las capas bajas, aunque el experto precisó que, sin embargo, "no está tan claro" en el caso del bromo que haya ocurrido lo mismo.
Los niveles de ozono están empezando a aumentar, y la tendencia que se observa en los dos últimos años es que "empieza a haber más ozono en la estratosfera", insistió Gil.
En la Península Ibérica, en concreto, el panorama es muy semejante al del Planeta en su conjunto, y por tanto, indicó, también se empieza a recuperar el nivel de ozono.
Aparentemente, prosiguió el experto, el motivo de esta mejora se debe a las medidas internacionales adoptadas, aunque puntualizó que este extremo no se puede establecer con total seguridad.
Aunque se ha producido un aumento de ozono en los últimos dos años, "aún no hemos visto que el agujero de ozono en la Antártida se recupere", insistió Gil.
Es cierto que la situación "no ha ido a peor desde el 2000, pero tampoco se está recuperando claramente el agujero de ozono en la Antártida".