EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Originaria del Estado de México, María Cecilia Martínez Valeria dice sentirse como maderense tras más de 25 años que ha permanecido en esta ciudad. Hace 18 años que enviudó quedándose a cargo de la manutención de sus cuatro hijos.
Gracias al trabajo que asegura que desde niña aprendió, es que pudo ?sacarlos adelante? en esos momentos tan difíciles. Hoy, como desde hace más de tres años, obtiene ingresos de la venta de sus frutas en la avenida Acuña, en una esquina de la plaza Niños Héroes.
El rosa profundo de una sandía partida a la mitad y los vasos repletos de piña, pepino, jícama y coco -ya sea solos o con chile y limón- que se ven a través de la vitrina impecable de su triciclo forman parte del panorama al que sus clientes están acostumbrados.
Rodeada de deliciosos aromas, María Cecilia permanece largas horas trabajando para poder llevar el sustento a la familia. Diariamente se levanta a las seis de la mañana para estar lista y trasladarse de la colonia Insurgentes de esta ciudad hasta el centro. Se retira pasadas las siete de la tarde.
?No queda de otra más que trabajar y pedirle a Dios que nos ayude, de aquí llego a mi casa a hacer de cenar porque comemos aquí mismo?, dice la señora Martínez, quien lo único que lamenta es no haber podido darles más estudios a sus hijos, pues todos cuentan con la educación primaria y secundaria pero sólo una joven pudo cursar la preparatoria.
?Ella quería estudiar una carrera pero no me alcanzó para pagársela porque aquí la gente viene por lo regular los fines de semana que es cuando les pagan?, asegura. María Cecilia está a acostumbrada a trabajar honradamente para conseguir lo que quiere, sin embargo, la situación económica y la escasez de empleo hacen que esto sea aún más difícil.
A pesar de todo parece tener siempre una sonrisa para todo aquél que se acerca ante la tentación de las jugosas frutas que se asoman en su vitrina, al fin y al cabo ?esa no cuesta nada?.
