El Siglo de Durango
Nada convence a los ocupantes del predio Potreros de La Laguna para irse a otra parte con menos riesgo de inundaciones.
El torrencial aguacero registrado el domingo pasado les afectó casi todas sus calles, dañó parcialmente sus viviendas y los puso a rezar ante la fuerza con que caían las precipitaciones pluviales. Sin embargo, ellos insisten en que no dejarán sus jacales.
Además del reblandecimiento de techos y láminas de cartón, en este sitio las lluvias que cayeron la tarde-noche del domingo provocaron que las diminutas calles trazadas en la irregular ocupación se anegaran completamente.
El daño más visible lo tienen sobre todo las calles cercanas al hechizo canal que los propios vecinos de Potreros de La Laguna hicieron para dar cauce al agua que con fuerza baja del cerro donde está la colonia La Virgen, y que atraviesa el terreno que ellos ocupan desde hace más de cinco años.
Sin embargo, los habitantes de Potreros de La Laguna se niegan a aceptar cualquier posibilidad de marcharse y dejar sus remedos de vivienda.
Jesús Cháidez pagaba renta en la colonia Santa Fe. Dice que cumplirá un año más de vida el próximo 12 de octubre, y de inmediato recuerda: ?ah, pos para estas fechas nos venimos a vivir aquí, hace seis años, en octubre del 2000?.
Es de las pocas voces que aceptan ser entrevistadas. Los demás vecinos de esta ocupación no reconocida por las autoridades prefieren no hablar ni dar declaración alguna. Aseguran que luego se meten en problemas.
Pese a que afuera de su casa el daño de la calle es evidente y no permite el paso a cualquier tipo de vehículo por la humedad y el deterioro que registra, Jesús justifica: ?les va peor en otras colonias y eso que dicen que aquí es de riesgo?.
En un recorrido por este predio se observa a la gente en reparaciones de todo tipo, en techumbres, calles y letrinas. Es evidente el humedecimiento y la fragilidad de las cubiertas y paredes de sus casas.
Sin embargo, los que aceptan dar su impresión de las lluvias registradas un día antes coinciden todos en que el problema no les preocupa pues el objetivo es lograr la regularización del terreno para poder construir sus hogares con material, en la medida de sus posibilidades.
Lucía Flores Pérez también vive en este asentamiento considerado de alto riesgo según diagnósticos de la Comisión Nacional del Agua (CNA). Admite que la advertencia se las han hecho muchas veces, pero señala que seguirán ahí hasta ver si se logra regularizar la ocupación.
Y como sucede en otras ocupaciones o invasiones de similares características, las familias que habitan en estos predios, como la de Lucía Flores en Potreros de la Laguna, advierten que aguantarán y correrán los riesgos de vivir en casas frágiles pues no invertirán su poco dinero en una aventura que puede terminar mañana.
Informe
Las fuertes lluvias registradas este domingo en la capital duranguense provocaron inundaciones en calles y avenidas de las zonas Centro, Norte y Oriente de la ciudad.
Sin embargo, el Municipio no recibió reportes de incidencias mayores a causa de las precipitaciones pluviales que se presentaron con fuerza durante un espacio de dos horas, aproximadamente.
La Dirección de Protección Civil aseguró que el agua tuvo acumulaciones importantes todavía unas horas después de que concluyó la fase más fuerte de las lluvias.
Pero, de ahí en adelante el agua drenó en las siguientes horas y son mínimos los encharcamientos que persistían todavía para este lunes. No registró reportes significativos o generalizados en la ciudad.
Aguas del Municipio de Durango, por su parte, expresó que sus reportes de quejas y observaciones por parte de la ciudadanía se incrementaron este lunes un 100 por ciento, aproximadamente.
Dijo que tradicionalmente los lunes se reciben de 30 a 40 reportes de denuncia ciudadana ante esta institución, y ayer la cifra casi llegó a 80, la mayoría por acumulación de agua en alcantarillas y la saturación de drenajes domiciliarios.
El vocero de esta dependencia, Gilberto Hernández, conminó a la ciudadanía a no acumular basura y a evitar que sus desechos provoquen taponamientos en bocas de drenaje y alcantarillas, a efecto que el agua drene lo más rápido posible.
