EFE
BAGDAD, IRAK.- El presidente de Irak, Yalal, Talabani, anunció ayer que reunió con representantes de siete facciones de la resistencia iraquí, y que intenta convencerlas para que se unan al proceso político que se desarrolla en el país.
“Yo creo que es posible llegar a un acuerdo con siete grupos armados que me han visitado”, recalcó el gobernante, que no identificó a esas facciones, según informa un comunicado de la Presidencia, que no precisa cuándo se realizó esa reunión.
“La amplia libertad de expresión existente en el país no justifica en absoluto las acciones armadas”, agregó el mandatario, citado en la nota, que precisa que él hizo estas declaraciones en un festival cultural celebrado en la región iraquí del Kurdistán, de donde es originario.
El jefe de Estado descartó de plano cualquier acuerdo con los grupos armados fieles al depuesto presidente iraquí Saddam Hussein, y al líder del brazo iraquí de la organización terrorista Al Qaeda, encabezada por el prófugo jordano Abu Musab al Zarqawi.
“Los seguidores de Zarqawi han declarado una guerra de exterminio contra el pueblo iraquí, pero hay otros grupos, excepto los partidarios de Saddam, que se alzaron en armas sólo para acabar con la ocupación (extranjera), es, precisamente, con ellos con los que deseamos dialogar para incluirlos en el proceso político”, añadió.
El anuncio de Talabani se da un día después de que el ministerio de Interior de Irak anunciase que sus Fuerzas de Seguridad han abortado 140 de los 800 atentados perpetrados en los últimos tres años por la organización terrorista Al Qaeda.
El ministerio respondió así a lo dicho por el numero dos de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, que en una cinta de video divulgada en un página Web, la madrugada de ayer, reveló que su organización ha cometido esa cifra de operaciones de “martirio” en Irak.
“Un total de 500 de los 800 ataques de Al Qaeda en Irak han tenido como blanco objetivos civiles como lugares de culto, escuelas, mercados, universidades e instituciones gubernamentales y de servicios.
Al Qaeda ha asumido la autoría de la mayoría de los más mortíferos atentados perpetrados en Irak en los últimos tres años.