Gómez Palacio

Se seca el ejido La Flor

Rafael Ibarra Camacho

SÓLO GOTAS | DESDE HACE CINCO MESES HAY MUY POCA AGUA

Los baños de las escuelas no pueden ser usados por la suciedad; la gente hace pozos para extraer algo de agua.

EL SIGLO DE TORREÓN

GÓMEZ PALACIO, DGO.- Desde hace más de cinco meses los habitantes del ejido La Flor padecen la escasez de agua. Los sanitarios de las escuelas están cerrados para evitar el brote de alguna enfermedad y los alumnos suelen hacer sus necesidades fisiológicas atrás de las aulas, al aire libre.

En los patios de las viviendas del ejido las familias han hecho un pozo en la toma de agua para tratar de obtener algunos litros del vital líquido, sin embargo, mencionan que en la madrugada apenas sale un ?chorrito? y no todos los días.

Amparo Lira Martínez explica que uno de sus nietos va a pedir agua a una pequeña propiedad del ejido Albia, la transporta en una camioneta, ahí les regalan del líquido que extraen para regar los forrajes y para darle de beber al ganado.

?Aquí con mi mamá sale poquita, aunque se tarda hasta tres días para juntar agua para lavar, al menos sale algo, porque allá en la orilla no sale nada?, dice Laura Elena García Lira. Otras familias además han optado por instalar bombas en la tubería, pero esto afecta a los demás vecinos, porque con este aparato ?chupan? el poco líquido que llega a la comunidad.

?Desde febrero tenemos este problema, vinieron los encargados y nos dijeron que agarráramos como pudiéramos, por eso pusimos la bomba, nosotros nada más llenamos nuestro tinaco cada cinco días y ya?, comenta Everardo Guerrero Ríos. Antes recibían agua del ejido Santoña, que tiene su propia noria, pero los desconectaron porque dejaron de pagar.

Esta comunidad siempre ha tenido problemas por el abasto del agua, por eso ha pasado por varios sistemas de abastecimiento. Jesús Jiménez Rojas, director técnico de la Comisión de Aguas del Estado de Durango (CAED), dice que los funcionarios encargados de manejar el sistema interestatal Caballo Blanco en el lado de Coahuila, decidieron limitar el servicio como una medida de presión por la falta de pago.

Originalmente, La Flor recibía agua a través del sistema rural San Felipe, pero los habitantes pidieron la desincorporación por la baja presión para sumarse al sistema Caballo Blanco.

Este sistema interestatal fue impulsado por los gobiernos de Coahuila y Durango para llevar agua a los municipios de Tlahualilo, San Pedro, Francisco I. Madero y una parte de Gómez Palacio, que tenían problemas por los altos niveles de arsénico detectados en sus pozos.

?Luego cuando se decide que cada estado se hará cargo de sus pozos, este ejido quedó conectado a la línea de Coahuila, por su colindancia, pero hasta donde sabemos, la gente que maneja ese sistema decidió cortarle el suministro como una medida de presión porque no pagan los consumos?, dice Jiménez Rojas.

El funcionario asegura que el corte total se dará en estos días y por ello la CAED y el Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa) enviaron una brigada para ver la posible solución.

EN LAS ESCUELAS, LO MÁS GRAVE

Los problemas generados por la falta de agua se agravan en los planteles educativos. Fátima Saucedo Reyes, profesora del jardín de niños Vicente Guerrero, explica que los padres de familia se cooperan para comprar dos garrafones de agua purificada, que consumen a la semana los 59 niños que estudian en esta escuela.

?Porque a esta generación no le ha tocado tomar agua de los bebederos... algunos padres no quieren cooperar y nos dicen que si su hijo tiene sed que no le demos agua, que el niño se aguante hasta que llegue a su casa?, dice la profesora.

El problema es tan grave que incluso tuvieron que cerrar los baños por temor a que los alumnos adquirieran alguna infección. El año pasado un menor padeció hepatitis. Algunos padres de familia se organizan y acarrean agua en tambos, otras veces la mujer que hace la limpieza acude al jardín de niños en la madrugada para abrir la llave con la esperanza de que se junte algo de agua.

Saucedo Reyes dice que los niños hacen sus necesidades a espaldas del salón de clases. La profesora señala el lugar que los menores utilizan como sanitario, donde aún hay restos de excremento.

Esta misma situación se vive en la primaria Vicente Suárez, sólo que aquí son 120 alumnos y el problema es mayor, los bebederos lucen secos, a un costado está el pozo que hicieron los maestros para recolectar algo de agua, de ahí toman agua los niños, aunque en el fondo del tambo se ve la tierra asentada.

Nabor Castro García, director de la primaria, comenta que durante un tiempo también cerraron los baños porque representaban un foco de infección y aunque mandaban a los niños para que hicieran sus necesidades, los alumnos preferían hacer detrás de las aulas. ?Los baños funcionan, pero no hay agua, las cisternas están vacías... cuando los cerramos fue para evitar que surgieran enfermedades?.

El director de la CAED, Jesús Jiménez, descarta la posibilidad de perforar un nuevo pozo en esta comunidad, porque se han hecho varios intentos en la zona y al final los tienen que desechar porque el agua no cumple con los parámetros para el consumo humano, los niveles de arsénico siempre son elevados.

?Cualquier solución tardaría tiempo, lo más económico es llegar a un acuerdo con la gente de Coahuila, pero tendríamos que hacer conciencia entre los habitantes, para que cumplan con el pago del servicio, porque el sistema interestatal sí está en condiciones de darles agua porque es el suministro más cercano?, dice.

La posible solución

Desde finales del mes de agosto los habitantes del ejido La Flor solicitaron su incorporación al Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado del Área Rural (Sideapar), ya que actualmente están conectados al Sistema Interestatal.

Yadira Narváez Salas, directora del Sideapar, informa que al recibir la petición revisaron los antecedentes de esta comunidad y confirmaron que en los últimos 20 años no se les ha suministrado agua, además se detectó que fueron indebidamente sustraídos mil 400 metros de tubería que los interconectaba a la red municipal.

La funcionaria dice que se estudian dos opciones para solucionar el problema del ejido La Flor. El primero es conectarlos a la red, pero existe el inconveniente de que están a nueve metros sobre el nivel del ejido más cercano, que es El Compás, esto obligaría al sistema a inyectar el doble de presión y en este momento no es posible debido al abatimiento de varios pozos y porque se afectaría a otras comunidades.

La segunda opción es conectarlos al sistema de agua del ejido Santoña, que se maneja de forma autónoma y que es operado por un Comité de Agua, que está integrado por habitantes de esta comunidad, el inconveniente es que existe el antecedente de que alguna vez ya estuvieron conectados y les fue suspendido el servicio por falta de pago.

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