San Francisco (EU), (EFE).- Un tribunal sentenció a nueve años de cárcel a la pareja que puso un dedo humano en un plato de carne con de la cadena de comida rápida Wendy's con la esperanza de obtener una indemnización monetaria.
La sentencia a Anna Ayala y su marido, Jaime Plascencia, fue impuesta por un juez del Tribunal Superior del condado de Santa Clara, en California (EU).
El timo supuso un acusado descenso en las ventas en Wendy's que, con seis mil locales, es la tercera cadena de restaurantes de comida rápida de Estados Unidos.
Plascencia recibió, además, una "propina" de tres años y cuatro meses de cárcel por no pagar la pensión mensual que debía a su hijo en un caso no relacionado.
El rocambolesco caso comenzó el pasado mes de marzo, cuando Ayala dijo haber encontrado el apéndice flotando en su plato de chile con carne en un local de la cadena en San José (California).
La noticia del hallazgo del dedo no tardó en correr como la pólvora y se barajaron las más peregrinas teorías, como que pertenecía a una ex domadora de animales salvajes, y fue objeto de bromas en los programas de televisión nocturnos.
El dedo le supuso a la empresa de comida rápida pérdidas millonarias en los establecimientos del norte de California.
El misterio quedó parcialmente resuelto unas semanas después, cuando la policía dijo que el dedo en cuestión pertenecía a un compañero de trabajo del marido de Ayala, Brian Paul Rossiter.
Al parecer, Rossiter perdió el apéndice en un accidente con una grúa en diciembre y se lo cedió a Plascencia para saldar una deuda de 50 dólares que tenía con éste.
La policía consiguió dar con la persona a la que pertenecía el apéndice gracias a una llamada al número habilitado por Wendy's, que incluso ofreció una recompensa de cien mil dólares a cambio de información sobre el caso.
A Ayala se le acusó de pretender buscar un acuerdo financiero con los restaurantes a modo de indemnización, pero el timo le ha salido mucho más caro.
