Un matrimonio con el que llevo amistad, me pidió que los ayudara a resolver un problema serio que tienen con su única hija. Me contaron que ella se había casado hace un año. Pero que unos días antes de la boda, acudió a ellos llorando. Para decirles que no estaba segura de que quisiera casarse, ya que pensaba que no podría llevar a cabo un matrimonio. Sus padres al oír esto le preguntaron el porqué les decía esto a esas alturas, que si era porque había sabido algo de su novio. Les dijo que no era eso, sino que no estaba segura que esa decisión tan importante fuera la correcta para ella. Pero ellos le dijeron que lo que sucedía es que estaba nerviosa, que todos los que están a punto de casarse pasan por esos momentos, pero que todo iba a estar bien, y que además ya estaba todo hecho y hasta pagado, puesto que había sido mucho el dinero que ya se había gastado. Jorge, tú conoces a nuestra hija, y sabes que siempre ha estado muy apegada a nosotros, pues siempre hizo lo que nosotros queríamos que hiciera, fue muy dócil y nunca nos dio el más mínimo de problemas. Pero hace poco más de un mes, ambos tuvimos una corazonada, le pedimos a nuestra hija que fuera a casa, ya que había dejado de visitarnos, pues sentíamos que ella está sufriendo y que algo andaba mal. Cuando llegó a casa y hablamos, le preguntamos cómo estaban las cosas con su esposo y ella empezó a llorar. Nos platicó que no había querido decirnos nada para no mortificarnos, pero que ella no era feliz ya que el esposo tenía un carácter insoportable, aparte de que no quiere que ella se embarace y es demasiado dominante al grado de no permitirle que los fuera a visitar. Además de que no la lleva a ninguna parte, solamente que sea un compromiso muy fuerte, y que tampoco quería llevarla con la familia de él, excepto que hubiera alguna reunión familiar. Las palabras de nuestra hija nos partieron el corazón ya que si le hubiéramos hecho caso, el día que nos comentó que no quería casarse, la boda se habría cancelado. Jorge, sabemos definitivamente que el matrimonio de nuestra hija no anda bien. Pues sabemos que la defraudamos y nos duele muchísimo ¿Ahora qué hacemos?...
Amigos, lamento mucho lo que sucede a su hija, por lo que les recomiendo que la tomen de la mano y la miren a los ojos, díganle que algunas veces los padres cometen errores y que el no haberla apoyado para suspender la boda, fue uno de ellos. Luego háganle saber que van apoyarla en lo que sea y que desee hacer. Díganle también que cuando tenga cualquier problema o tristeza no se detenga para decírselos por no mortificarlos, que ustedes están para ayudarla y para estar a su lado en momentos de felicidad, pero también de tristeza. Si la situación no mejora sugiéranle que busque un buen abogado.
¡A CHILLAR A OTRA PARTE...!
Es el nombre de la siguiente melodía que a continuación leerán y que interpreta el ?Grupo Pesado?. Misma que la mayoría de nosotros hemos escuchado en la radio. La cual va así: ?Sí... claro que estoy llorando, pues que acaso esperabas que hiciera una fiesta como despedida, y aplaudir que te vas, destrozando mi vida o que al irte me vaya corriendo a la iglesia a pedirle a Dios que te bendiga. No... No podré perdonarte a pesar que te amo con toda mi alma me obligas a odiarte. Hoy te ríes de mi, no te duele dejarme. Pero vas a volver a buscarme y te advierto que voy a vengarme. Vas a besar el suelo por Dios te lo juro vendrás a pedirme perdón ni lo dudo, te mendigarás por un beso a mis labios y tu piel rogará que las toquen mis manos. Se que voy a gozar cuando vengas llorando. Me voy a burlar de ti al verte arrastrando. Te arrepentirás de haberme conocido, porque hoy me declaro tu peor enemigo. Y lo que te mereces por abandonarme, es que al volver te mande.. A chillar a otra parte...?. ¿Le gustó? Gracias. Esta melodía ha sido transcrita, para que sirva de consuelo a las personas que han sufrido alguna decepción amorosa. Las cuales aún guardan el coraje y sentimiento de esa cruel despedida.
¡FÁBULA O REALIDAD...!
Un hombre, su caballo y su perro iban por un camino. Cuando pasaban cerca de un árbol cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo terrenal, y prosiguió su camino con sus dos animales. A veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición... El camino era muy largo y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban cansados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro. El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo: buenos días, buenos respondió el guardia. ¿Cómo se llama este lugar tan bonito. Esto es el cielo. ¡Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos! ¿Sedientos, contestó el guardia?, será sediento ya que usted puede entrar y beber toda el agua que quiera de la fuente, señaló el guardia.
Pero mi caballo y mi perro, también tienen sed... Lo siento mucho ?Dijo el guardia? pero aquí no se permite la entrada a los animales. El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo. Dio las gracias al guardia y siguió adelante. Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles. Y a la sombra de uno de los árboles había un hombre echado con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía. Buenos días dijo el caminante. El hombre respondió con un gesto de la cabeza. Tenemos sed, mi caballo mi perro y yo. Hay una fuente entre aquellas rocas ?dijo el hombre indicando el lugar. Pasa a beber toda el agua que quieras. El hombre el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar las gracias al hombre.
Puedes volver siempre que quieras ?le respondió éste. A propósito ¿Cómo se llama este lugar?- pregunto el hombre. CIELO. ¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol con piso de oro me dijo que aquello era el Cielo ¿El Cielo? Pero aquello no era el Cielo. Era el infierno -contesto el hombre. El caminante se quedó perplejo. ¡Deberías prohibir que utilicen ese nombre! ¡Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! Advirtió el caminante. No de ninguna manera ?increpó el hombre-. En realidad nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar en los momentos más difíciles a sus mejores amigos. ?Reflexión?: jamás abandones a un verdadero amigo, aunque eso te produzca inconvenientes personales. Y más si sabes que él ha estado a tu lado dándote amor y compañía; entonces has contraído una deuda: ¡¡¡No abandonarlo nunca!!! Tú sabes qué hacer, un amigo es una gracia, tener un amigo es un don y conservar un amigo una virtud. ?Seguimos presentes?.