Uno no sabe cuándo comienza, ni mucho menos cuándo termina.
El pasado lunes dimos el adiós más doloroso que nos ha pasado en la vida y no fue a una pareja, sino a nuestro mejor amigo, al mejor hombre, a la persona más sincera y honesta que hemos conocido. Aquel hombre que siempre estuvo dispuesto a escucharnos, quien nos cuidó cuando nosotros nos enfermábamos, quien se preocupaba por nosotros sus hijos. Aquella persona con la que siempre pasara lo que pasara y cometiéramos mil errores, siempre nos apoyaría, con quien siempre podíamos contar, quien nos ayudaba, quien soportaba nuestros desplantes de adolescentes rebeldes, quien nos hacía creer, quien creía todas las mentiras que decíamos, quien nos robaba una sonrisa, quien pensaba y se preocupaba por nosotros, quien nos enseñó a caminar, quien nos abrazaba y al hacerlo nos hacía sentir tan protegidos, quien nos enseñó a hablar, a respetar, hasta a bailar, quien hizo de nosotros unas personas serias responsables. Quien nos enseñó a ver la vida y a la gente con una perspectiva diferente, con confianza, con inteligencia, con respeto, pero sobre todo con mucho amor.
Aquel corazón tan fuerte, tan amoroso dejó de latir, se cansó de palpitar y la verdad este escrito va dedicado a ?TI PAPÁ? con todo nuestro amor.
A veces la vida parece tan complicada, pero es tan sencilla, que somos nosotros quien la complicamos, al darle prioridad a aquellas personas u objetos los cuales no tienen realmente el valor como lo tiene el amor que siente un padre hacia sus hijos.
Padre sabemos que no fuimos los mejores hijos, ya que como todo joven la vida la vemos de una manera, en la cual lo más importante son la pareja, los amigos, los viajes, carros, música y lo de moda. En donde nuestra prioridad es el que no se nos haga tarde para llegar a la disco, cuando debería ser el no llegar tarde a la reunión familiar del domingo. El sufrir por un amor mal correspondido y el llorar por él, cuando realmente lo que nos debería de importar es el amor que ustedes nos dan incondicionalmente. El pasarse horas y horas hablando con tus amigos por teléfono, sin darte cuenta que realmente ?tu mejor amigo? estaba a un lado tuyo esperando el platicar contigo. Cansado de trabajar sentado en el sofá esperaba horas a que llegaras de la escuela, para tan sólo saber cómo te había ido. El que se desvelaba cada fin de semana esperando preocupado ¿dónde estarán sus hijos?, el que cada noche esperaba que llegaras como cuando eras niño a darle un beso de buenas noches y escucharte decir: ?TE QUIERO PAPÁ? y lo único que escuchaba era un ¡Ya llegué! Aquel hombre que tan sólo deseaba pasar tiempo contigo, pero como la agenda estaba tan ocupada entre pareja y amigos, no podías atender, no tenías tiempo de escucharlo de saber qué pasaba con él. El cual quería saber todo de ti, pero no por curiosidad, sino por preocupación, por amor. El que quería conocer a tus amigos y tú no se los presentabas por miedo a que te hiciera quedar mal, como si tus amigos fueran aún más importantes que él mismo.
El perder un amor o una amistad y el pensar que nada tiene sentido sin él, no se compara con lo que es perder el amor y protección de un padre, de aquél con quien siempre podremos contar, con el cual a su lado nos sentimos protegidos, quien no va a permitir que nadie nos haga daño, la persona que nos quiere incondicionalmente, quien nos sufre, nos batalla y más aún... nos ama.
Por eso amigos hay que poner en una balanza lo más significativo en esta vida... y para saberlo ni siquiera hay que someterlo a ello... Las personas que más nos quieren y nunca nos van a fallar... son nuestros padres, así que... qué esperas, demuéstrales cuánto los quieres y respétalos como ellos se merecen.
Gracias amigos lectores que seguían domingo a domingo la columna Seguimos Presentes teniendo como escritor a un gran Hombre, Hermano, Amigo, Esposo, pero sobre todo un gran señor como lo fue nuestro ?PADRE?.
Amigos lectores hoy en día mi padre ha dejado en mí un gran legado y para mí será todo un privilegio seguir trasmitiendo los consejos, las anécdotas que a través del tiempo y su experiencia la vida le presentó a mi padre.
No des importancia a lo que realmente no lo tiene, valora la vida, pero sobre todo a tu familia y sonríe ya que la vida sigue... SEGUIMOS PRESENTES.
