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Jorge Romero Montañés

¡Hola?! Espero que tengan un día lleno de alegría levantémonos y compartamos con nuestra familia, hoy es un día para arreglar los asuntos personales, reflexionar, jugar, reír dar gracias a nuestro creador por brindarnos un día más de vida dejemos la pereza a un lado y vivamos al máximo todas y cada una de nuestras acciones.

EL 15 DE SEPTIEMBRE

Ya todos festejamos probamos el pozole, los tamales, el champurrado pero en realidad qué fue lo que sucedió en una fecha como la que pasamos el 15 de septiembre pero de 1810.

Nosotros los mexicanos celebramos año con año la independencia la noche del 15 y todo el 16 de septiembre.

El festejo del 15, en realidad, no tiene razón histórica de ser. El cura Hidalgo llamó a la rebelión contra el régimen virreinal, y no a la independencia al amanecer del 16. No hubo grito en la noche del 15 de 1810. Sin embargo desde la vida del comienzo de México hubo verbenas populares la noche del 15. Éstas eran un preludio del festejo formal de la independencia, el cual se llevaba a cabo, con un desfile militar el día 16. No es verdad que la fiesta del 15 haya sido establecida por Porfirio Díaz, como creen algunos, pero si se consolidó durante su régimen, ya que el presidente cumplió años en ese día y buscaba generar una identificación entre su persona y la república. La noche del 15 de septiembre los mexicanos celebramos un llamamiento a la rebelión que en realidad tuvo lugar la mañana del 16. Decimos que es el día de la ?independencia?, pero soslayamos el hecho de que el cura Hidalgo nunca propuso la separación entre la Nueva España y la metrópoli colonial. En contraste nos proponemos olvidar el 27 de septiembre. Pero fue en esta fecha del año 1821 cuando se consumó la independencia de nuestro país. El 27 de septiembre ha sido eliminado en el festejo de los calendarios patrios porque se identifica con Agustín de Iturbide.

Pero fue en esta fecha cuando entró a México el ejercito trigarante surgido del abrazo de Acatempan entre Vicente Guerrero e Iturbide. Sólo entonces se puso fin al gobierno colonial en nuestro país. Éste fue el momento de la independencia real. Fue el verdadero momento en que el país asumió el nombre de México. Fue el momento en que se enarboló por primera vez la bandera tricolor como símbolo nacional.

En un principio los mexicanos celebrábamos tanto el 16 como el 27 de septiembre: el comienzo y el fin de la guerra de independencia. Con el paso del tiempo, sin embargo se politizaron las fechas. Los liberales se inclinaron por el festejo del 16 mientras que los conservadores por el del 27. Cuando los liberales se impusieron a los conservadores a mediados del siglo XIX, privilegiaron la fiesta del 16 y soslayaron la del 27. Esto no era fácil desde el punto de vista eolítico, porque el 27 era celebración del ejército mexicano las fuerzas armadas mexicanas consideraban sus orígenes en el ejercito trigarante.

Los mexicanos siempre encontramos cohesión en el festejo de nuestra independencia. En 1848 la celebración tuvo lugar en un ambiente de enorme tristeza. La Ciudad de México acababa de ser tomada por las tropas estadounidenses. En el Palacio Nacional no ondeaba nuestra hermosa bandera sino el pendón estadounidense de las barras y las estrellas. Sin embargo, el pueblo no dejó de celebrar. Había furia contenida en el festejo, pero también una reafirmación de nuestra nacionalidad.

Uno de los festejos más significativos estuvo a cargo de don Maximiliano. Él fue el primer gobernante en ir a Dolores, Hidalgo para la celebración del grito. Esta decisión les causó cierto desagrado a los conservadores que había apoyado su llegada al país y buscaban a un gobernante que les diera la legitimidad perdida con la independencia. Con su decisión de celebrar el grito Maximiliano celebraba su propia ideología liberal. Pero ésta no le sirvió para salvar su vida cuando fue derrotado y fue fusilado por órdenes de Benito Juárez.

El tiempo ha pasado y el festejo se ha vuelto parte integral de la tradición cultural mexicana. El grito se celebra en todos los confines del país y en embajadas y consulados mexicanos de todo el mundo. Lo festejamos todos los mexicanos sin importar nuestra posición política y sin recordar los orígenes del acto.

?REFLEXION?

Algunos mexicanos piensan que la manera de proteger nuestra soberanía es mantener el control del gobierno sobre el petróleo, la electricidad o la industria, la verdad es que en estos tiempos la soberanía se defiende con prosperidad.

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