Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Seguimos Presentes

Jorge Romero Montañés

Recuerda usted esta hermosa melodía que se escuchaba en la radio, allá por los años noventa. Y que mucha gente interpretaba; más los que habían sufrido una decepción amorosa, ya que les quedaba como anillo al dedo, la cual dice más o menos así: ?por el amor de una mujer, jugué con fuego sin saber que era yo quien me quemaba. Por el amor de una mujer llegué a llorar y a enloquecer mientras que ella se reía. Corté en pedazos un cristal, dejé mis venas desangrar, pues no sabía lo que hacía. Por el amor de una mujer he dado todo lo que fui, lo más hermoso de mi vida. Pero ese tiempo que perdí ha de servirme alguna vez, cuando se cure bien mi herida. Todo... lo recuerdo como un sueño todavía, pero sé que al fin podré olvidarlo un día. Hoy me siento triste, pero pronto cantaré y prometo no acordarme nunca de ese ayer?.

¡FÁBULA DE MI VIDA...!

¡Hola!, me llamo Jorge, tengo un año de edad aunque no sé qué significa, esto. Lo que sí sé qué significa, es cuando se me cae la mamila o la sonaja; cuando entre las sábanas se me pierde mi osito de peluche. Es tal mi desesperación, que lloro y grito muy fuerte para que mis papás me hagan caso y resuelvan mi problema. ¡Qué angustia! Ésos sí son problemas delicados. ¡Hola! Soy Jorge tengo siete años, me gusta jugar futbol. El mes pasado obtuve buenas calificaciones en la escuela y adivinen qué, me compraron un balón profesional; era yo el niño más feliz del mundo. Todo era felicidad hasta hoy, porque mi balón se me ponchó y mis papás me dijeron que no volverían a comprarme otro porque no sé cuidarlos. ¡Qué angustia!, ésos sí son problemas más complicados. ¡Qué tal! Tengo 14 años y me llamo Jorge. ¡Alguna vez se han puesto a pensar quién eres tú? ¿Por qué nací aquí?, ¿qué será mi futuro?, ¿por qué soy yo y no tú? En realidad me doy cuenta de que son tantas cosas en qué pensar, la vida se va haciendo más difícil y de que francamente es imposible descifrar el enigma de la vida. ¡Qué angustia! Éstos sí son problemas complicados. ¡Qué onda! ¿Cómo estás?, me llamo Jorge Romero y voy a cumplir la grandiosa cantidad de 18 años. Troné cuatro materias y creo que estoy perdido, soy un fracaso, no sirvo para nada.

No quiero pensar en esa mirada de mi padre al ver mis calificaciones, sus ojos parecerán a los de una fiera... Y eso no es todo; creo que lo que me tiene peor es esa niña que conocí hace tiempo, creo que estoy enamorado de ella, pero es un poco fresa. No sé qué hacer, no sé qué decir no sé cómo actuar. Esta vida no vale nada; cómo me gustaría ser niño otra vez, en esa edad uno no tiene problemas complicados. ¡Qué tal! Soy el contador Jorge Romero Montañez. Esta empresa donde trabajo no me paga lo que en realidad me merezco. He estudiado toda una vida y ¿esto es lo que recibo? ¡No es posible! Con esta crisis que nos ahoga a todos y con este gobierno que nos hunde cada vez más. Ya no soy tan feliz como cuando era adolescente, entonces no había preocupaciones, no tenía responsabilidades. ¿Qué problemas tenía yo? Tenía casa, comida, ropa, todo por hacer; mi única obligación era la escuela. Les diré una cosa prepárense para el futuro porque está lleno de problemas complicados. ¡Qué angustia! ¡Gusto en conocerlos! Soy Jorge Romero Montañez; soy padre de familia, no es fácil serlo. Mis hijos, mal que bien, ahí la llevan; pero a la que ya no soporto es a mi esposa; no es la misma que conocí hace 27 años.¡Bendita edad! Cuando se construyen castillos en el aire, sueñas con ser millonario famoso o como cuando estabas en la universidad y veía el mundo a mis pies. Ahora todo es diferente; la vida es más dura de lo que parece en realidad; estoy sintiendo una gran angustia ante la impotencia de no poder hacer nada. Definitivamente, éstos sí son problemas más complicados. Continuando con la fábula hago de cuenta que ¡Que ya soy abuelo! Y que mi nieto se llama Jorge, como yo. Gracias a Dios nació con salud. ¡Qué suerte la de poder gozar con salud! Si yo la tuviera, sería el hombre más feliz del mundo, haría tantas cosas que no puedo hacer a mis cincuenta y tantos años, jugaría con mi nieto a la pelota, viajaría de vez en cuando con el dinero que logré juntar y que ahora se me va en puras medicinas. Qué lástima que la vida sea tan angustiosa y esté llena de problemas. (Y cuando muera diré) ¡Qué pasa?, ¿no sé dónde estoy? Aquí sólo veo una luz hacia donde dirijo la mirada. Hace un tiempo dejé de vivir, pero sigo existiendo. Tarde me di cuenta que la vida es más sencilla de lo que parece, de que en realidad estuve muerto en vida, quejándome de todo, sintiendo que la vida era para sufrir, no entiendo, ¿por qué me preocupaba por una sonaja, o por un balón ponchado?, ¿qué me importaba que debiera cuatro materias o todas las materias?, ¿de la mujer que llegó a ser mi esposa?, y que sólo de viejo supe valorar, ¿a quién diablos le importa la vida o el gobierno?, ¿por qué me preocupaba mi salud? Cuando sólo tenía un pequeño catarro. Lo más importante era que estaba vivo, tenía sueños y esperanzas. Yo mismo me impuse el peor castigo: no vivir la vida. Tarde me di cuenta que el secreto de la vida es aprovechar cada día y ser más feliz con lo que hay. Hasta siempre.

¡PENSAMIENTO!

Confía en tu cuerpo físico y ten la seguridad de que todos tus órganos funcionan perfectamente. Este pensamiento te dará salud. Confía en el poder renovador de la vida que hay en ti. Aparta los pensamientos de vejez. ¡Dios está en tu interior! Renueva tu salud con una respiración perfecta y nunca aceptes la idea de enfermedad o sufrimiento. Dios siempre interviene para tu bien. ?Seguimos presentes?.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 207797

elsiglo.mx