EL UNIVERSAL-AEE
ESTAMBUL, TURQUÍA.- El hombre que intentó asesinar al Papa Juan Pablo II en 1981 evitó la luz pública durante su breve plazo en libertad, pero dijo a la Policía que en ese período disfrutó distribuyendo autógrafos, informó ayer domingo un periódico.
Mehmet Alí Agca fue llevado el viernes a la prisión de Kartal, la misma de la cual fue liberado hace ocho días, luego que un Tribunal dictaminara que deberá pasar más tiempo en la cárcel por asesinar a un prominente periodista en 1979 y por otros crímenes.
Agca desapareció luego de ser liberado, pero su abogado, Mustafa Demirbag, dijo que logró concretar su principal deseo: caminar en medio de una intensa lluvia en la costa de ingreso al estrecho del Bósforo, luego de salir de prisión el 12 de enero.
“Salí a la calle disfrazado con una bufanda y un sombrero, pero pese a ello algunas personas me reconocieron y me pidieron un autógrafo”, dijo Agca a la Policía el viernes en la noche, según informó el diario Hurriyet. “Le di mi autógrafo a cuatro o a cinco personas. Eso me encantó”.
Agca, esposado y luciendo un suéter azul, fue llevado el viernes a la jefatura de Policía en Estambul antes de retornar a la cárcel. Mientras docenas de cámaras lo apuntaban, gritó en inglés, en turco y en italiano, “¡Me declaro el Mesías! ¡No soy el hijo de Dios, soy el Jesucristo!”
Cuando la Policía le preguntó el viernes dónde había obtenido el arma de fuego con que intentó matar al Papa, respondió, “esos son detalles menores. Eso fue escrito en mi destino hace mil años. Cumplí con una misión que fue escrita hace mil años. Hubiese disparado contra el Papa inclusive si hubiese estado en la Luna”, según informaron ayer los periódicos Hurriyet y Zaman.
