La seguridad de los ciudadanos no puede ponerse en riesgo, por este motivo la declaración del gobernador, Humberto Moreira, es contundente: la demolición del Distribuidor Vial Revolución no se negocia.
El martes, en su reunión quincenal, el Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada manifestó su oposición a que se derribara el DVR, luego de considerar la fuerte suma que implicará para el erario tanto el proceso de demolición como la reconstrucción. Sin duda estas consideraciones son erróneas, sobre todo cuando el dictamen de la Universidad Autónoma de Nuevo León recomienda su demolición.
En el pasado el ex secretario de Obras Públicas, Jorge Viesca, optó por hacer reparaciones al puente antes que aceptar los errores de construcción. Hoy sabemos que los “parches” resultaron muy caros, pero a pesar del alto costo es necesario tener un nuevo Distribuidor Vial que garantice la seguridad de los ciudadanos. Son muchas las personas que temen circular por esta vía, debido a los accidentes registrados.
Ayer durante dos horas y a puerta cerrada, los representantes de cámaras y organismos afiliados al Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP), se reunieron con Eduardo Olmos Castro, secretario de Obras Públicas y Transporte, en las instalaciones del Centro Empresarial de La Laguna. Finalmente los empresarios reconsideraron su postura al expresar sus inquietudes a Olmos Castro y justificarse en el sentido que no conocían los términos del dictamen técnico realizado por los especialistas de la UANL y hasta ahora dimensionaron las fallas que tiene el complejo vial en su conjunto.
Entre los empresarios y el secretario de Obras Públicas, se tomaron los siguientes acuerdos: se seguirá exigiendo castigo para los responsables de la obra mal hecha; quedó claro que el Gobierno de Enrique Martínez ocultó información importante y que se formará un comité ciudadano para darle seguimiento al proceso de demolición y a la nueva obra.
Los representantes de las cámaras se mostraron molestos, debido a la actitud asumida por la Administración de Enrique Martínez, donde se ocultó información. Es cierto, el costo será alto pero la vida de las personas no tiene valor, por este motivo no queda más remedio que darle sepultura al Distribuidor Vial Revolución.