Cuando somos niños deseamos crecer y ser como nuestros padres, tíos, abuelos, etc., sin embargo al llegar a la etapa donde los jóvenes deben elegir qué estudiar o a qué dedicarse el resto de la vida surge confusión en cuanto a los intereses, capacidad mental, habilidades físicas, posibilidades económicas y características de personalidad que obstaculicen la elección vocacional.
Es por ello que se debe realzar una orientación que permita al joven a elegir su profesión y descubrir su vocación. Ya que dicha decisión determinará en la mayoría de las veces la forma y el estilo de vida de las personas, como también su identidad y factores tales como el autoconcepto y autoestima.
¿Quién debe realizar la Orientación Vocacional?
Es indispensable que la realice un especialista, un psicólogo, ya que mediante la aplicación de pruebas o test psicológicos, que sólo él está capacitado y reconocido para aplicar, y entrevistas especializadas, explorará los rasgos de personalidad y de esta forma ayudar a descubrir al adolescente sus aptitudes intelectuales físicas y psicológicas y preferencias para que tome una decisión acerca de su vocación y de su elección vocacional.
Sin embargo, los maestros, pedagogos, orientadores educativos pueden ayudar a los jóvenes en algunas de las fases de la elección.
¿Qué beneficios se obtienen con un estudio de orientación vocacional? Al identificar los intereses reales, las capacidades y las habilidades se realiza una integración de esta información, exponiendo las ventajas y desventajas de las opciones mostradas. Por lo que se motiva al joven a investigar y descubrir el campo laboral y de las diversas profesiones.
En muchas ocasiones, se elige muy al azar la carrera y también la institución. Como si fuera entrar al cine a ver cualquier película.
En días pasados me encontraba en las oficinas de una universidad local y entró una muchacha solicitando se le extendiera una ficha para presentar examen de admisión. El responsable de este trámite le preguntó por cuál carrera se interesaba. Mucha fue mi sorpresa cuando escuché a esta muchacha decir: ?la verdad no sé ¿cuáles carreras tienen??.
La persona que extendía la ficha le entregó un folleto de la institución y le dijo: ?mira, saca ficha para cualquier carrera, lo importante es que presentes el examen, ya cuando te inscribas ves en qué carrera te gusta?.
Lo más triste es que no es único caso que se puede encontrar y, en verdad, éstos son muchos.
Ante situaciones así: ¿cuál es el éxito académico que podemos esperar de un estudiante que selecciona una carrera así? Es más: ¿cuál es el desarrollo profesional que se puede esperar?
Para entender un poco sobre esto del desarrollo profesional de una persona que elige al vapor una carrera les comentaré lo siguiente:
En días pasados asistí al examen profesional de un amigo, después de pasar todos los nervios del examen ante los sinodales que lo cuestionaron profundamente, de pasar el momento de angustia en el que el jurado deliberaba sobre su aprobación del examen y de que realizaban los actos protocolarios correspondientes. Le tomaron la correspondiente protesta y le hicieron firmar los documentos. Fue entonces que el presidente del jurado lo hizo en forma de broma una verdad muy cierta: ?estás firmando tu acta de matrimonio, te estás casando con tu carrera?.
Es este acto un hecho real, un compromiso consigo mismo y con el ejercicio de su carrera. Un hecho de responsabilidad que se estaba enfrentando.
¿A cuántos de los egresados de las diferentes carreras se pueden comprometer cuando nunca estuvieron seguros de lo que realmente deseaban estudiar?
Es en muchos casos como éstos que nos encontramos que dicen: ?no hay trabajo, está muy difícil?, claro, cómo no ha de estar difícil, encontrar qué hacer cuando no se sabe qué hacer.
Ser consciente de lo que somos y de lo que queremos ser es una parte de nuestro caminar hacia Ser Humano.
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