En días pasados se ha venido presentando la discusión de una noticia que dio a conocer un medio de televisión local sobre el funcionamiento de un centro de atención a drogadictos, éste se encuentra en la ciudad de Torreón, se autodenomina Luz de Vida.
Todo surge a raíz de la denuncia que interpone una madre de familia porque su hija ingresó a este lugar y, según relata, fue golpeada al igual que otras personas que están allí.
Esta denuncia se hace en forma pública a través de un medio de comunicación y no de una autoridad. Esto resulta entendible y comprensible, pues muchas veces desconocemos cuáles son los causes correctos para acciones de este tipo.
Esta situación, del funcionamiento de un centro de atención y la denuncia que presenta la madre tienen varias líneas qué analizar.
Para empezar, toda organización que tenga un funcionamiento en un lugar determinado debe tener una licencia de funcionamiento municipal, esto incluye cualquier tipo desde una pequeña miscelánea a un gran centro comercial, desde un consultorio médico hasta un gran hospital, desde un pequeño taller de herrería a una gran fábrica.
Esto es principalmente para llevar un control de las actividades que se realizan en la población, además de llevar estadísticas.
Posteriormente, los establecimientos que pueden ser un foco de control de salud, como es la preparación de alimentos, deben ser supervisados por la secretaría de salud, con el fin de no enfrentar a un problema de infección o situación similar. En este lugar hay un comedor.
Por otra parte, todo lugar donde se ?atiende? a la salud, sea ésta física o mental, debe de tener un registro de lo que en ese lugar se desarrolla, si es de ayuda mutua o existe una responsiva profesional, es decir que si entre los que acuden a dicho lugar se brindan apoyo o hay una persona con la preparación adecuada para hacerse cargo de lo que allí pase.
Aunado a todo esto, todo debe tener una figura jurídica, si es una persona (dueño) o es una Sociedad Anónima (S. A.), Sociedad Civil (S. C.), Asociación Civil (A. C.) entre otras que existen. Todo esto para determinar el fin que se busca, si es de lucro o no.
Hay que dejar claro que cuando existe una responsiva profesional, el que la ejerce debe de acreditar su preparación en la materia, no puede, por ejemplo, un ingeniero o maestro atender un centro de salud mental, si así es, entonces esto lo convierte en un ?CHARLATÁN?. Y esto debe ser sancionado penalmente.
En los grupos de ayuda mutua, como es el caso que nos ocupa, en general todos se brindan ayuda, aunque siempre debe existir un ?líder? o representante.
¿Cómo se brinda la ayuda en un centro de esta naturaleza? Brindando la propia experiencia de los mismos participantes, de una problemática especial al otro compañero con el fin de que identifique lo que está realizando mal y con ello haga conciencia de sus pensamientos y su actuar.
Pensemos en un ejemplo. Narra Juan: ?Ayer mi esposa me puso mala cara y eso hizo que me enojara, la tuve que golpear y luego me salí con los amigos a tomarme ?unas? y drogarme?. A lo que Pepe le contesta: ?Fíjate Juan, que yo realicé lo mismo, un día que llegué a la casa todo cochino, apestoso y con mal aliento le quise dar un beso a mi pareja, claro que a ella le molestó y me hizo mala cara, cuando andábamos de novios siempre me conoció bañado y perfumado. Como no me aguanté ser menos que antes y que mi mujer me despreciara, me quise sentir superior, muy macho, y para demostrármelo descargué mi coraje a golpes con ella y me salí a tomar con unos amigos... iguales que yo... que no se bañan, con los que me identificaba lo que realmente soy, y para no sentir lo que soy, me puse a tomar y drogarme para perderme y olvidar. Cuando volvía en sí... me arrepentía de todo lo que hice para sentirme superior?.
Pepe, para llegar a esto tuvo y tiene otro compañero que le hace ver lo que ha sido y lo que es ahora, tal como Juan, por eso se llaman grupos de autoayuda, tales como los grupos de AA.
El ingresar a estos grupos es por voluntad propia y no se puede retener a la fuerza a nadie, a cada quien le llega su hora de hacer conciencia y, si se le retiene es una privación de la libertad, un delito.
En la siguiente semana seguiré comentando sobre este tema.
