Se comprometió Abe a enarbolar la bandera de la reforma, anunció en una reunión con los diputados del Partido Liberal Demócrata.
EFE
Tokio.- El portavoz del Gobierno nipón, Shinzo Abe, se convirtió hoy en el nuevo presidente del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) y aseguró así su inminente elección también como primer ministro, en sustitución de Junichiro Koizumi.
Abe no tuvo ningún problema para hacerse con un abrumador apoyo (un 61.45 por ciento) de los diputados y delegados de PLD que eligieron hoy en la sede del partido a su nuevo presidente, que, desde el martes próximo, será también jefe de Gobierno.
"Me comprometo, como primer presidente del partido nacido tras la II Guerra Mundial, a enarbolar la bandera de la reforma", anunció Abe en una reunión con los diputados del PLD tras la votación.
Abe se impuso en las elecciones celebradas hoy en el seno del PLD a los otros dos candidatos en la pugna por la dirección del partido: el ministro de Exteriores, Taro Aso, y el de Finanzas, Sadakazu Tanigaki.
Para ser elegido, el candidato ganador debía contar con la mayoría de los 703 votos que suman los 403 de parlamentarios del PLD y los 300 de representantes locales de los afiliados del partido.
Abe obtuvo el apoyo de 464 de los 703 votos emitidos, Aso recibió el respaldo de 136 representantes, Tanigaki recibió el espaldarazo de 102 delegados y legisladores, y hubo un voto anulado.
El nuevo presidente del PLD, que ocupará el puesto hasta septiembre de 2009, será también jefe del Ejecutivo, dada la amplia mayoría de que dispone esa fuerza política en el Parlamento.
Así, el próximo 26 de septiembre, el Legislativo nombrará nuevo primer ministro a Abe, quien entonces adelantará los nombres de algunos de los ministros del nuevo Gobierno.
La dirección del PLD ha estado ligada al cargo de primer ministro durante más de medio siglo, tiempo en el que esa formación ha gobernado Japón a excepción de once meses entre 1993 y 1994.
Al terminar la votación de hoy, Abe agradeció a los militantes del PLD su respaldo y subrayó su respeto por sus contrincantes.
"Me dedicaré a trabajar con vosotros con el objetivo común de crear una nueva y hermosa nación", dijo Abe, quien recordaba así su ambiciosa meta de "regeneración nacional", con la reforma de la actual Constitución pacifista, promulgada en 1947.
Esa reforma, que Abe prevé realizar en los próximos cinco años, permitirá a Japón tener unas fuerzas armadas con estatus de Ejército, participar en operaciones de paz en el exterior y blandir el derecho a la defensa colectiva en caso de ataque a Estados Unidos, el principal aliado de Tokio.
Esta posibilidad ha alertado a los países vecinos, como China y Corea del Sur, con los cuales Abe hizo hoy votos de mejorar las relaciones, deterioradas debido a las reiteradas visitas del aún primer ministro al santuario ultranacionalista de Yasukuni en Tokio.
Abe, que cumplirá mañana 52 años, ha sido considerado como uno de los "halcones" del Gobierno de Koizumi.