Conforme se acerca el momento de la verdad, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emita su fallo definitivo e inatacable sobre la elección presidencial, una certeza empieza a perfilarse: sea en el sentido que sea, el fallo podría no ser unánime y, aunque se busca afanosamente un consenso que evite que los magistrados se dividan al momento de calificar la elección, hay en este momento posiciones encontradas, opuestas, entre los siete integrantes de la Sala Superior que tomarán la decisión.
Hasta este fin de semana, las posiciones al interior del Tribunal hablaban de cuatro magistrados a favor de la validación de la elección y, por lo tanto, del triunfo de Felipe Calderón Hinojosa: Alejandro Luna Ramos, Eloy Fuentes Cerda, Alfonsina Berta Navarro y Mauro Miguel Reyes Zapata; en tanto que los tres magistrados restantes -el presidente, Leonel Castillo, Fernando Ojesto Martínez Porcayo y José de Jesús Orozco Enríquez, argumentan que hay elementos “suficientes” para no declarar válida la elección. Las diferencias entre los siete miembros de la Sala Superior provocaron el fin de semana una fuerte discusión al interior.
Una parte proponía acelerar la calificación y que en la sesión de hoy lunes, en la que se anunciará la resolución de los 365 juicios de inconformidad promovidos por los partidos, se procediera de inmediato a la declaración de validez de los comicios.
Otra parte decía que, ante las divergencias, había que agotar los tiempos y esperar hasta después del primero de septiembre, día del Informe presidencial, para emitir la declaración de validez en una sesión convocada exclusivamente para ese fin.
Los tironeos fueron fuertes entre el sábado y ayer domingo. Al final, se impuso la postura que pedía separar el desahogo de los juicios de la calificación de la elección, y se acordó buscar un consenso para evitar que la sala se divida en dos posiciones encontradas al calificar la elección.
Eso confirma que será hasta después del primero de septiembre cuando los magistrados convoquen a la sesión en la que calificarán la elección presidencial y emitirán la declaratoria de presidente electo.
Y ahí, en esa sesión, se verá si se pudo llegar a un acuerdo, o si se hacen patentes y públicas las diferencias y la división que, hasta ahora, se ha manejado internamente entre los integrantes de la Sala Superior del Tribunal.
Si no hay acuerdo, la calificación de la elección se resolvería con cuatro votos a favor de la declaración de validez, es decir del triunfo de Calderón, contra tres votos en contra. Los tres magistrados en contra podrían presentar un “voto particular” y una “resolución paralela” en la que plasmarían sus argumentos para considerar que la elección no debía declararse válida porque hay elementos suficientes para anularla.
Notas indiscretas...
A propósito del magistrado presidente del Tribunal, un dato que pocos conocen de Leonel Castillo González y que por supuesto no aparece en la semblanza que de él presentan en la página Web del Trife, es que en su juventud, entre 1962 y 1967, cuando fu estudiante de Filosofía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el joven Leonel fue un activo militante de la Liga Comunista Espartaco, fundada por José Revueltas y que en los setenta se radicalizó y formó parte de movimientos armados y guerrillas de esa época. O sea que el magistrado tiene su pasado de izquierda...
Hace cosa de un mes muchos se preguntaron por un misterioso golpe que traía Andrés Manuel López Obrador en la frente. Un fotógrafo de El Universal captó la herida y la foto se publicó en primera plana.
Esa herida tiene una explicación: cuentan que cuando quiere desaparecer de algún lugar y que no lo vean salir, AMLO suele ocultarse en la cajuela del automóvil Jetta en que se transporta. Con la ayuda de Nico, Andrés Manuel se mete en el reducido espacio y se hace bolita. Unas cuadras después, ya que burla a reporteros o agentes que lo siguen, sale de la cajuela y sube al auto. En una de esas maniobras de hacerle al encajuelado, López Obrador se golpeó en la frente y se hizo aquella misteriosa herida...
Los dados mandan Escalera. Buen comienzo.