México.- El jurista Raúl Carrancá y Rivas consideró que sí hay elementos en la Constitución para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) pudiera resolver la anulación de las elecciones presidenciales.
En entrevista con Notimex, el especialista expuso que según el Artículo 41, fracción tercera, el proceso electoral se debe regir por los principios de objetividad, legitimidad, imparcialidad y certeza, que a su parecer no se denotan en estos comicios, sino que destaca la incertidumbre.
Carrancá y Rivas se manifestó a favor de que se haga un conteo minucioso mediante el cual se demuestre quién ganó, pues ello contribuiría a pacificar y tranquilizar los ánimos, o de lo contrario podría haber un estallido de consecuencias impredecibles.
Quien fuera integrante del primer Tribunal Electoral en 1987, expresó que los magistrados del TEPJF están en una encrucijada para poder tomar la resolución respectiva con relación a las elecciones presidenciales del pasado 2 de julio.
Destacó que el tribunal debe considerar lo que está pasando en el ámbito social y cumplir la ley sin soslayar el descontento que refleja un sector de la sociedad, así como no debe cerrarse "en su torre de marfil" y decir que actuó conforme a la ley porque puede provocarse un grave disgusto entre la población.
"La resolución puede traer un caos y ser una resolución de consecuencias impredecibles por el disgusto que podría generar. Yo creo que éste podría ser un factor importante cuando estamos todos esperando la decisión del tribunal, que es quien tiene la última palabra", comentó.
El jurista también opinó que los responsables de esta decisión histórica podrían acogerse a la Constitución, y que la realidad no cumple con los principios de imparcialidad, objetividad, legitimidad y certeza, porque lo que se está viviendo es un verdadero caos y, en virtud de ello, se puede resolver por la nulidad abstracta.
De ser ese el caso, según los Artículos 84 y 85, se nombraría un presidente interino y se convocaría a nuevos comicios, lo que reconoció que no es lo deseable, aunque a su parecer esa sería la solución menos explosiva en medio del delicado problema que se vive.