Se desactiva la posibilidad de una revuelta con la movilización del Ejército y de miles de reservistas en Cuba.
EL PAÍS
LA HABANA, CUBA.- El eventual fallecimiento de Fidel Castro en la mesa de operaciones, a finales de julio, alborotó festivamente la calle 8 de Miami: ?¡El dictador se muere!?. El exilio que invocó su muerte durante 47 años creyó tenerla a mano, salió en charanga y brindó por el pronto regreso al malecón de La Habana.
Algunos, que recelaban de la veracidad de la buena nueva, enarbolaron carteles de ?Fidel, si tu estas ensayando, nosotros también. Los celebrantes calcularon que, represadas las libertades en Cuba, lacerantes las penurias, hartos casi todos, el pueblo y los militares habría de alzarse contra Raúl Castro, el sustituto interino. La realidad fue otra: el paciente abrió los ojos y pasó a la unidad de cuidados intensivos sin asomo de sublevación en las calles, fue desentubado entre vítores revolucionarios, y comenzó a despachar, y a mandar, desde la cama y la mecedora criolla de su habitación de convaleciente. ?Vas bien Fidel?, le dijo su amigo Hugo Chávez, presidente de Venezuela.
La posibilidad de un golpe palaciego o una revuelta en la mayor de las Antillas durante la ausencia del hombre que ha controlado todos sus movimientos durante casi medio siglo quedó despejada, y, contrariamente, la Administración continuó sus trabajos aunque con una masiva movilización del Ejército y decenas de miles de reservistas y milicianos en ciudades y fronteras.
En previsión, según fuentes oficiales, de una hipotética ?agresión norteamericana?. Castro, de 80 años, perdió casi 20 kilos en el postoperatorio, pero ni un ápice de la voracidad informativa sobre el curso nacional. Su hermano, de 75 años, jefe de las Fuerzas Armadas, número dos en la cadena de mando, le comunicó los primeros partes: ?sin novedad?.
Los siguientes fueron parecidos: ?todo bajo control?. Durante esta semana, el enfermo más observado del mundo recibirá a una selección de los dignatarios asistentes de la XIV Cumbre del Movimiento de Países no Alineados -MNOAL-. Previsiblemente, se reunirá con los secretarios generales de la ONU, Kofi Annan, de la Liga Árabe, Amro Musa, y con el presidente de la Unión Africana, Denis Sassou. Los jefes de Gobierno de Venezuela, Bolivia, Argelia, Pakistán, Irán e India son otros posibles interlocutores.
La hemorragia intestinal fue tan grave que peligró la vida de Fidel. En las imágenes del postoperatorio con el presidente venezolano apareció débil, demacrado. ?No podía ni escribir, claro. Estaba en recuperación. Ya se sienta, escribe, tiene un teléfono, da órdenes e instrucciones?, según Chávez. Pero nada será igual en Cuba porque la convalecencia se adivina larga y las secuelas físicas debilitarán el margen de maniobra de un hombre poco acostumbrado a delegar las decisiones sobre asuntos fundamentales. Su hijo Fidel Castro Díaz Balart calcula que la recuperación llevará seis meses.
?Pero no caben esperar de Raúl Castro medidas que choquen con las de su hermano. En primer lugar por un problema de delicadeza y después porque piensan parecido?, señala una fuente que conoce bien los vínculos que les unen.