IGNACIO RAMÍREZ, DGO.- Más vale pedir perdón que pedir permiso. Como reza este refrán, es la manera en que el Municipio de Guadalupe Victoria se conduce para extraer agua de un lugar privado, sin permiso, para abastecer de agua a los poblados de La Palmita y Santa Catalina.
Hace dos años el entonces alcalde Bernardo Ceniceros Núñez se metió a la propiedad de José María Rojas Hita, aprovechando la ausencia de éste para extraer agua de un pozo y llevarla al poblado La Palmita, para lo cual se instaló una línea de conducción de 13 kilómetros.
Cuando regresó José María a su tierra, observó que habían invadido su terreno, lo cual reclamó el abuso de confianza, pero el comisario Mario Jaramillo Urbina, encargado de esa propiedad, le explicó que el Municipio había incurrido en esa falta, con tal de resolver el problema del agua potable al poblado La Palmita.
Ahora ?también sin permiso- la administración de Mario Ramírez Corral está colocando otra línea para llevar agua potable a la comunidad de Santa Catalina, para lo cual, ya tiene un avance de dos kilómetros de los 11 que se necesitan, lo cual de manera incongruente no fue del agrado de los vecinos de La Palmita, como si fuera de ellos el pozo.
Hace algunos días ?comenta Jaramillo Urbina- ?me mandó llamar el Presidente Municipal para decirme del nuevo proyecto, advirtiendo la negativa de los habitantes de La Palmita en cuanto al compartimiento del agua?.
Jaramillo advierte que si los habitantes de La Palmita se ponen en ese plan egoísta, se les puede suspender el agua a todos, finalmente es un pozo que pertenece a la familia Rojas Hita, la cual ha mostrado su nobleza al no querer polemizar al respecto y permitir que se tome el agua del subsuelo para ambos poblados, sin negar que fue un abuso del Municipio.
Están suspendidos los trabajos de la instalación de tubería por parte del Ayuntamiento, pues tendrán que esperar a que pase la temporada de cosecha, pues por el momento afectarían los cultivos de frijol y maíz con las excavaciones, así lo dispone el ejido de Ignacio Ramírez.
Larga espera
Por muchos años los habitantes de Santa Catalina han esperado el servicio de agua potable, tiempo en que algunos la acarrean en tambos o tinacos desde la cabecera municipal.
Mario Ramírez Corral, presidente municipal, informó que ya invirtieron los primeros 350 mil pesos en la conexión de dos kilómetros de tubería, además programó otros 500 mil pesos para hacer mezcla de recursos con la Federación y Estado, a fin de conectar los otros nueve kilómetros con 1.5 millones de pesos.
Esta obra beneficiará a mil 600 habitantes de Santa Catalina, dentro del Programa para la Sustentabilidad de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado en Comunidades Rurales (Prosapis).