EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- A siete días de ocurrido el asesinato del dueño del expendio de bebidas embriagantes ubicado en el Parque Industrial Lagunero (PIL), la Policía Ministerial no cuenta con una línea de investigación firme para identificar al o los autores del crimen.
Como se informó en su oportunidad, el hoy occiso llevaba por nombre Ignacio Vázquez Acosta, de 50 años y con domicilio en calle Pirineos número 80 de la colonia César G. Meraz, de Lerdo, Durango.
Según las primeras investigaciones realizadas en el lugar de los hechos, al filo de las 15:15 horas del martes 18, llegó Josefina Franco de Vázquez, al expendio de su esposo Ignacio, denominado ?El Cartero Cervecero?, ubicado sobre la calle Tamazula, que corre paralela al río Nazas, a un lado del número 375.
A la mujer se le hizo raro no ver a su esposo y al entrar lo encontró tirado en el piso, atrás del mostrador y con sangre, por lo que corrió a la negociación vecina y les pidió ayuda a las personas que ahí se encontraban.
De inmediato se dio aviso al 066 de Emergencia, reportando el asalto y un hombre herido. En 15 minutos arribaron los paramédicos de la Cruz Roja y al descubrir que el hombre estaba muerto, dieron aviso al Ministerio Público.
Al cuerpo de la víctima se le apreciaba una herida de bala en el costado izquierdo que le perforó un pulmón y el corazón, heridas que le causaron una rápida muerte.
En el lugar de los hechos se encontraron dos cartuchos de calibre diferente al que acabó con la vida de Ignacio, quien de acuerdo a sus familiares, no tenía rencillas con nadie.
La mujer de Ignacio tramita unos seguros de vida que había contratado su esposo, de acuerdo a lo manifestado por el agente investigador del Ministerio Público que lleva el caso, Óscar Menchaca Lara.
Detalles
Dentro del lugar de la escena del crimen, no había huellas de forcejeo o que se haya opuesto la víctima al asalto, aspecto que deja dudas al agente Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal, Óscar Menchaca Lara.
Si hubiera opuesto resistencia al asalto, añade el agente del MP, lo normal sería que hubiera rastros de forcejeo, algunos objetos fuera de su lugar o algo más que permitiera reforzar esa hipótesis, pero no hay nada de eso.
Otro detalle es que las personas de negocios aledaños al expendio, no escucharon disparos ni vieron a nadie correr o abordar algún vehículo en forma precipitada, aunque a la hora del crimen, ese lugar luce semi-desierto.