EFE
MANILA, FILIPINAS.- La oficina del Consejo Coordinador de Desastres Naturales (NDCC, por sus siglas en inglés) en la isla filipina de Leyte elevó ayer a 52 el número de cadáveres recuperados en las operaciones de rescate, en San Bernardo, una de cuyas barriadas quedó sepultada el viernes pasado tras un alud de tierra.
La portavoz de la oficina regional, Pie Lubang, señaló que oficialmente se han dado por desaparecidas a 938 personas, entre ellas 246 alumnos y profesores de una escuela de Guinsaugon, el barrio enterrado bajo toneladas de lodo y donde se han encontrado 410 sobrevivientes.
Las operaciones para llegar a la escuela tuvieron que ser suspendidas en varias ocasiones dada la dificultad de los soldados para llegar a su ubicación y ante el riesgo de nuevos deslizamientos por las lluvias.
Lubang señaló que las operaciones de ayer se dieron por terminadas en torno a las 17:00 horas locales (09:00 Tiempo del Meridiano de Greenwich GMT, por sus siglas en inglés) debido a la falta de luz y las lluvias intermitentes, y que se prevé continúen hoy domingo.
Agregó que esperan recibir generadores de emergencia a primera hora de la mañana, y que un camión deberá trasladarlos desde el aeropuerto de Tacloban, en Leyte, hasta San Bernardo, a unos 230 kilómetros al sur.
La ausencia de electricidad y el mal estado del terreno son los principales obstáculos en la continuación de las operaciones durante la noche.
Según la edición digital de la cadena ABS-CBN, un fotógrafo del diario The Inquirer que se desplazó a la zona quedó atrapado en el lodo, donde se hundió hasta el pecho, y tuvo que ser rescatado por cooperantes.
Por su parte, la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, ha asegurado a las víctimas y sus familiares que las operaciones no cesarán hasta que el último de los fallecidos haya sido encontrado.
La catástrofe se ha atribuido a las intensas lluvias caídas en San Bernardo desde comienzos de febrero, un volumen cuatro veces superior a lo normal.
Aunque Filipinas se encuentra a mitad de camino de su estación seca, el fenómeno climático de La Niña ha originado que varios frentes de borrascas afecten el país.