Ayuda a los brigadistas la caída de un chubasco y lluvias intermitentes en la zona.
EL SIGLO DE TORREÓN
SALTILLO, COAH.- Un chubasco registrado durante la madrugada de ayer jueves y las lluvias que se precipitaron de manera intermitente a lo largo del día, se convirtieron en factor suficiente para sofocar el incendio que se registraba desde el domingo en la Sierra de Arteaga y que acabó con mil 350 hectáreas de bosque.
Si bien es cierto ayer jueves una cantidad inusual de brigadistas -alrededor de 350- estaban listos para intervenir en el combate del fuego, sólo se ocuparon sus servicios para realizar el rescoldeo en la zona afectada.
Hasta anoche, la Dirección de Protección Civil en el estado tenía la certeza de que el control sobre el incendio era del 80 por ciento.
El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Coahuila, Héctor Franco López, aseguró la víspera que sin la lluvia hubiera resultado prácticamente imposible controlar el siniestro con tanta celeridad.
Y es que antes de que las precipitaciones pluviales se registraran, las autoridades reportaron que solamente tenían controlado el 30 por ciento del siniestro.
De hecho, cuando las autoridades y brigadistas terminaron la jornada de ayer jueves, existían amplias posibilidades de que se registraran nuevas lluvias.
Lo anterior permitiría controlar el incendio en un 100 por ciento.
Mientras tanto, se dispusieron brigadas para mantener un cerco de vigilancia en el área donde hasta anoche había fumarolas.
Sin embargo, la estela de destrucción era evidente y desde lejos, en la punta de la sierra se observa una larga franja blanquiza por las cenizas y los restos de los miles de árboles que se consumieron.
