EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Dos sujetos que se trasladaban a bordo de un automóvil Cadillac con placas de Arizona, en Bermejillo, Durango, fueron detenidos al encontrárseles una pistola y 200 gramos de marihuana.
Se informa en la Policía Ministerial que los inculpados son Luis Flores Iriarte, de 31 años, con domicilio en avenida Victoria número 33 y Javier Armendáriz Soto, de 26, quien dijo vivir en avenida Allende, ambos de Bermejillo, municipio de Mapimí.
Los inculpados viajaban en un Cadillac, color gris, modelo 1991, placas 354-HMF del estado norteamericano de Arizona y al ser registrados por los ministeriales, les encontraron en el interior del auto una pistola tipo escuadra, calibre 45, marca Springfield Armory, con un cargador y seis cartuchos hábiles.
Traían además una bolsa de polietileno color amarillo en cuyo interior había marihuana que dio un peso de 200 gramos y otros cigarrillos más de la misma yerba, además de un billete de 100 pesos.
Los dos sujetos, el vehículo, la pistola y la droga, quedaron a disposición del agente investigador del Ministerio Público de la Federación.
PORTABA ARMA
En el mismo poblado de Bermejillo, los agentes ministeriales comisionados en ese lugar, detuvieron a Carlos Osiel Iriarte Rivera, de 28 años, con domicilio en calle Niños Héroes número 11 de esa población.
A Carlos le encontraron oculta entre su ropa una pistola calibre .38 especial, Smith & Wesson, con seis cartuchos hábiles, quedando a disposición del Ministerio Público de la Federación en turno.
Golpea a uniformado
César Ávila Vielma, de 21 años y con domicilio en Mártires 446 poniente de
Gómez Palacio, fue capturado la madrugada de ayer por ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública, pero se puso agresivo.
En el recorrido de vigilancia los patrulleros de la Unidad 233, vieron en la calle Patoni y Allende a un sujeto que tomaba en la vía pública y al acercarse para registrarlo, le lanzó varios golpes a uno de los preventivos.
Ávila Vielma amenazó a los patrulleros de acabar con ellos si se lo llevaban, pues él trabaja para un abogado de la colonia Campestre y no sabían con quién se habían metido.
