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BERLIN .-La primera misión europea a la Luna debe descender sobre el satélite el domingo por la madrugada, con lo cual finalizará un viaje de tres años que recabó datos sobre la superficie lunar y probó un nuevo motor diseñado para impulsar naves hacia Mercurio y otros planetas.
La sonda SMART-1 de la Agencia Espacial Europea deberá alcanzar su objetivo en una planicie volcánica llamada Lago de la Excelencia a las 0541 GMT, en una órbita cada vez más baja a medida que realiza su aproximación final a 7 mil 200 kilómetros por hora.
Los observatorios en la Tierra intentarán captar las imágenes del impacto y la nube de escombros resultante, y las autoridades europeas de asuntos espaciales esperan que proporcionará información sobre los minerales que se encontraban en el sitio del impacto.
Sin embargo, incluso antes de que concluya la misión, la ESA (siglas en inglés de la agencia) ya está festejando el logro de la meta principal: una prueba exitosa del motor de iones, el cual espera emplear en misiones interplanetarias del futuro, tal como la misión Beppi Colombo a Mercurio _efectuada en forma conjunta con la agencia espacial japonesa_ cuyo lanzamiento está programado para el 2013.
"El principal objetivo de esta misión era probar la propulsión de iones", dijo Gerhard Schwehm, director de la misión a The Associated Press. "Este es un medio muy eficiente para trasladar una nave espacial a través de distancias largas con una masa de combustible muy pequeña. Funcionó realmente bien".
En lugar de quemar combustible para cohetes, el motor PPS-1350 de la firma aeroespacial francesa Snecma genera un flujo de átomos cargados eléctricamente llamados iones. Ello crea cantidades minúsculas de propulsión, apenas lo suficiente como para sostener una tarjeta postal en el aire.
Con ese impulso pequeño y constante, la SMART-1 (siglas de Small Missions for Advanced Research in Technology - Misiones Pequeñas para la Investigación Avanzada de Tecnología) llegó a la Luna en 14 meses, acelerando gradualmente y elevando su órbita alrededor de la Tierra hasta que fue lo suficientemente alta como para ser atraída por la gravedad lunar.
Fue enviada a la órbita terrestre empleando un cohete Ariane-5 lanzado desde el puerto espacial europeo ubicado en Kourou, Guyana Francesa, el 27 de septiembre del 2003. En contraste, la primera misión tripulada a la Luna, el Apollo 11, tardó 76 horas en alcanzar la órbita lunar en 1969.