Refuerzan las medidas de vigilancia en el reclusorio de Torreón
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La estricta vigilancia dio resultados y ahora tres internos del Cereso, procesados por delitos contra la salud, fueron sorprendidos con dos dosis de cocaína, que al parecer comercializaban dentro del penal.
Refugio Alberto Delgado Martínez, subdirector del Centro de Readaptación Social (Cereso), informó sobre los hechos detectados a las 10:00 horas del miércoles cuatro de enero, en la celda número 25 del sector 29 de internos federales.
Por el delito, fueron enviados al sector de segregados, Víctor Martín Reyes Soto, de 43 años, Osvaldo Amaya González, de 25 años y Baudelio García Recio, de 24 años.
Sobre los hechos, se informó que durante un rondín de vigilancia, se detectó a Víctor Martín con un objeto en las manos y que al ver a un custodio lo arrojó al suelo.
Conocidos como ?ochos?, dos envoltorios de polvo blanco similar a la cocaína fueron incautados y luego de una revisión minuciosa en la celda 25 no se encontró ningún otro tipo de sustancia.
Lo que sí localizaron al momento de la revisión fueron 650 pesos en efectivo, cantidad que excede por 450 pesos lo permitido para cada interno y según los dichos de los detenidos, son producto de la venta de la droga.
Después del hallazgo, la droga y los internos fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación, por el delito correspondiente, que se sumará a los cargos que enfrentan con anterioridad.
Sobre el primero de los detenidos se informó que vive en la colonia Las Luisas e ingresó al penal el 20 de agosto de 2005, por delitos contra la salud en su modalidad de posesión de narcótico de clorhidrato de cocaína.
Amaya González tiene su domicilio en la colonia Cerro de la Cruz, está por delitos contra la salud en su modalidad de posesión de cocaína y fue remitido al Cereso el ocho de junio de 2005.
El último de los involucrados radica en la colonia Eduardo Guerra y el 24 de octubre de 2005, fue internado por delitos contra la salud en su modalidad de posesión de marihuana con fines de venta.
Dentro de los reportes rutinarios, el subdirector del Cereso indicó que también se localizó una dosis de marihuana en un envoltorio del tamaño de una pelota de ping pong, que estaba tirada afuera del cubículo de enfermería.
EL PRIMERO
Como se informó en su oportunidad, el pasado 22 de diciembre de 2005, Jorge Rodríguez Zúñiga, de 36 años, de la colonia Francisco I. Madero, fue sorprendido durante un operativo de revisión del personal de custodia.
El sujeto era celador del Cereso Torreón y falló al tratar de introducir más de un kilogramo de marihuana, una botella de 250 mililitros de tequila y mil pesos en efectivo, dentro de su chamarra al iniciar su jornada laboral.
En su momento, David Gerardo Fernández Hernández, director del Cereso Torreón, informó sobre el delito cometido por el ex custodio, que ahora se encuentra en el área de indiciados y que próximamente estará en el sector de las personas sujetas a protección.
Elevan seguridad
A partir del primer jueves de enero, se elevó el nivel de seguridad para controlar el ingreso de personas al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Torreón. La medida obedece al reglamento y a los descubrimientos de droga en las últimas dos semanas.
Largas filas de visitantes se observaron en diferentes lugares del Cereso, donde predominaron las mujeres y los niños, que aprovechan el día para estar con sus familiares, que por diferentes motivos están internados en el penal.
Los materiales de trabajo como la madera en distintas presentaciones fueron regulados y los objetos se quedaron en la entrada del Centro mientras que el visitante entregaba un vale a su familiar, para que después de una minuciosa revisión, se lo entregaran más tarde.
Acostumbrados a entrar sin mesura, algunos de los visitantes se molestaron con las nuevas disposiciones, que según los responsables del centro, siempre se han contemplado en los reglamentos.
Adultos y niños supervisados por sus acompañantes, también son revisados a detalle en esclusas privadas, con el fin de detectar cualquier sustancia prohibida o ilícita.
Los objetos de aseo personal, algunos alimentos y demás, son revisados en mesas amplias por custodios antes que la gente pueda entrar al Cereso.
