La Alianza por México (PRI y Verde) ha gastado poco más de cien millones de pesos (101 millones 533 mil 428) en propaganda televisiva, del 19 de enero en que empezó la campaña presidencial al 30 de marzo. El Pan ha erogado en el mismo concepto y el mismo lapso 74 millones de pesos. Una porción de ese descomunal gasto (que asciende a 80 y 73 por ciento, respectivamente, del total ejercido en 70 días) se ha dedicado a difundir spots contra Andrés Manuel López Obrador (que a su vez ha destinado 43 millones de pesos a ese rubro), que han sido cuestionados ante las autoridades electorales. Uno más será la materia de otro litigio, y ya lo es de una discusión pública amplia, por su gravedad.
Los mensajes impugnados por la Coalición Por el bien de todos muestran, uno, a Roberto Madrazo, muy gallito, llamando mentiroso a su paisano y adversario, y desafiándolo a debatir, como quien reta a puñetazos a un compañero de parranda; y otro a López Obrador comparado con el presidente de Venezuela Hugo Chávez en el afán común de silenciar al presidente Fox. El IFE pretendía desentenderse de la denuncia presentada por el PRD, pero la justicia electoral le mandó, con el estilo didáctico con que se corrige a un párvulo, ocuparse del tema. Ayer lunes, por la mañana, tuvo por eso que desahogar, el secretario ejecutivo del Instituto, una diligencia relacionada con el primero de esos dos spots.
Deberá pronto ocuparse de un tercer mensaje, panista como el segundo, que en sí mismo y en su contexto envilecen la contienda electoral, de suyo caracterizada por descalificaciones. Es la respuesta del PAN a una breve intervención propagandística que la escritora Elena Poniatowska (Premio nacional de literatura, y participante en la sección En opinión de..., del principal noticiario de Televisa, datos que aporto para que se compruebe que es una persona decente) aceptó hacer para enfrentar algunas de las mentiras esparcidas por la propaganda contraria a López Obrador.
Ella dice. “Desde el PAN atacan a López Obrador con puras mentiras; es mentira que tenga relación con Hugo Chávez, es mentira que con deuda pública haya pagado los segundos pisos y el apoyo a nuestros viejitos. Se hicieron con buen Gobierno, ahorro y honradez. No calumnien”.
El que una escritora y activista civil muy autorizada editorial y socialmente participe de este modo en la campaña de López Obrador irritó a los propagandistas de Felipe Calderón, que le contestaron con un spot donde, de paso, plagian su voz, entrando a saco en los derechos del autor del mensaje y su protagonista. La respuesta panista comienza mofándose: “Ahora resulta que los segundos pisos y las pensiones de López Obrador...” (y allí se roban la intervención de Elena Poniatowska, con voz e imagen suyas)”. Al concluir el no por breve menos grave plagio, el locutor embate: ¿Buen Gobierno? Y mientras aparecen las imágenes de Ponce y Bejarano, se responde que “el intachable López Obrador permitió esos delitos; no se puede confiar en él. ¡López Obrador es un peligro para México!”.
La frase final es una consigna que se repite por miles en el espacio cibernético. Ha proliferado una campaña de mensajes en tal sentido cuyo origen ha sido establecido y remite a personas y grupos vinculados al Pan. Pero si en eso hubiera duda, no la hay en cuanto a la autoría de la respuesta a Elena Poniatowska, cuya participación le ha generado multitud de llamados y mensajes donde desde la impunidad del anonimato la insultan y amenazan, como de hecho se amenaza a López Obrador cuando se insiste en identificarlo como “un peligro para México”.
El PAN ha escogido un manojo de mentiras para machacar con ellas a públicos desprevenidos que las toman como axiomas que no requieren demostración. Recuérdese que Gustavo Ponce dejó de ser secretario de Finanzas del Gobierno capitalino horas después de que se le mostró jugando en un casino de Las Vegas, y está sometido a procesos en que la administración de la ciudad de México fue acusadora. René Bejarano había dejado de ser secretario privado de López Obrador meses antes de recibir dinero de Carlos Ahumada, hecho por el cual recibió sanciones políticas inmediatas (dejó de ser diputado local y miembro del PRD) y fue procesado. Los delitos de ambos nada tienen que ver con la construcción de obras viales ni con la pensión a los mayores de setenta años.
Ese gasto no se ha realizado con cargo a deuda pública, como miente la propaganda panista, que miente también cuando se escandaliza por el monto de tal endeudamiento. El infundio es fácilmente desmontable, cuando se sabe que el Gobierno del Distrito Federal requiere autorización de la Cámara de diputados (previa solicitud tramitada por el Gobierno Federal), que le fija un monto anual. Trimestralmente, la Secretaría de Hacienda (es decir, el Gobierno Federal de nuevo) informa a San Lázaro sobre el ejercicio de la deuda. De las cifras oficiales de Hacienda, no del gobierno capitalino se desprende que en el quinquenio reciente (el del gobierno de López Obrador) el incremento de la deuda fue de siete mil 794 millones de pesos, 21.3 por ciento arriba, en términos reales, de la convenida hasta el año 2000. Eso significa un incremento anual promedio de 3.3 por ciento y hasta ha habido un desendeudamiento en los años 2004 y 2005.
Saben los panistas que mentir es pecado; venial pero pecado. Mas se convierte en capital cuando la mendacidad es fuente de amenazas y cuando genera un clima que lleva a la crispación.
