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LONDRES, INGLATERRA.- Un vestido de noche confeccionado especialmente para la actriz Keira Knightley para que lo usara durante la pasada ceremonia anual de entrega de los premios Oscar se subastó por Internet en 7 mil 855 dólares y el dinero se donará a una organización de ayuda en África.
El vestido de un solo hombro, hecho de seda y tafetán, fue diseñado por Vera Wang para la actriz británica de 21 años. Katie Abbotts, una integrante de la organización humanitaria Oxfam, dijo el lunes que el vestido fue comprado por un postor con sede en Chicago.
Knightley, que fue nominada para un premio de la Academia por su actuación en la cinta Orgullo y Prejuicio, dijo que ella donó el vestido para apoyar los esfuerzos de Oxfam para proporcionarle comida y agua potable a los afectados por la grave sequía que afecta el Cuerno de África. ?Es bueno que este vestido haya recaudado tanto?, dijo Knightley en una declaración. ?Sé que falta mucho camino por recorrer para ayudar a las personas que enfrentan esta crisis de alimentos en el este de África?.
Wang apoyó la decisión de Knightley de subastar el vestido de talla dos estadounidense. La diseñadora lo exhibió en su tienda insignia de Manhattan mientras postores de todo el mundo hicieron sus ofertas en línea el mes pasado. ?Todos podemos hacer algo para apoyar este trabajo fantástico?, dijo el lunes la protagonista de la película Piratas del Caribe.
Abbotts dijo que 79 postores compitieron por el vestido en el sitio de subastas por internet eBay. ?Sabemos poco de los ganadores, pero a partir de su perfil, sabemos que son de Chicago. Les hemos avisado por correo electrónico y les pedimos que se pongan en contacto?, agregó Abbotts.
Oxfam está pidiendo a donantes de todo el mundo 35 millones de dólares para ayudar a 11 millones de personas en Kenia, Somalia, Etiopía y Tanzania que sufren una de las peores sequías que ha vivido la región.
Paul Smith-Lomas, director de caridad para el este de África de Oxfam, dijo que una de las peores sequías desde hace una década ha devastado el ganado y amenaza a las comunidades nómadas, especialmente en Kenia y Somalia. Los niños son los más vulnerables, agregó.
