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WASHINGTON, EU.- Uno de cada cinco latinos que residen de Estados Unidos padece hambre o inseguridad económica que repercute de manera adversa en su salud y en su bienestar general, concluyó ayer un nuevo estudio nacional.
?Los latinos, que representan la población de mayor crecimiento en Estados Unidos, sufren de tasas alarmantemente altas de inseguridad económica?, sostiene el reporte ?Sin Provecho: Los Latinos y la Inseguridad Alimentaría? del Consejo Nacional de la Raza (NCLR).
?Si las tendencias de inseguridad económica persisten dentro de la comunidad latina, el impacto de una nutrición insuficiente aumenta el riesgo de que la próxima generación se vuelva aún menos saludable?, advierte el estudio.
La ?inseguridad económica? se define como la disponibilidad limitada o incierta de alimentos adecuados y sanos, o la capacidad de las personas de adquirir comidas en forma socialmente aceptable. En algunos casos deriva en situaciones temporales de hambre. Aunque los latinos no son el único segmento que padece seguridad alimenticia, toda vez que la comunidad afroamericana tiene niveles de desempleo más alto, su situación se complica porque no tiene información de programas de apoyo para personas pobres.
Se estima que más de tres millones de hispanos elegibles no participan en el Programa de Estampillas de Comida y muchos niños latinos enfrentan barreras para obtener alimentos subsidiados o gratos en los centros escolares.
?La falta de información apropiada lingüística y culturalmente, y la confusión sobre la elegibilidad, son razones frecuentes de que los latinos no participen en niveles más altos?, señala el estudio.
Actualmente se estima que más del 20 por ciento de los niños hispanos son beneficiarios del Programa Nacional de Almuerzos Escolares, aún cuando los latinos presentan menos del 14 por ciento del total nacional. Pero una serie de leyes aprobadas en 1996 limitaron la elegibilidad aún de inmigrantes legales, por lo que apenas un 42 por ciento de los inmigrantes que no son ciudadanos, participa en el programa escolar.
Además, los hispanos tienen por ejemplo una probabilidad más alta de tener una riqueza neta baja, lo que deriva en que un 21.8 por ciento de los latinos viven bajo situación de pobreza, uno de los principales contribuyentes a la inseguridad económica.
El estudio encontró que los hogares pobres que reciben asistencia alimenticia se benefician de manera significativa de mejores niveles de salud y nutrición. Para paliar el problema, el reporte recomienda conducir programas de acercamiento comunitario con los latinos para elevar el entendimiento de los planes de apoyo alimentario y eliminar las restricciones para el Programa de Estampillas Alimenticias.
Asimismo propone aumentar los materiales informativos en español y facilitar servicios de traducción a lo largo del proceso.