MEDICAMENTOS COMO METILFENIDATO Y RITALÍN SON EXCELENTES PARA TRATAR EL TRASTORNO
La llamada hiperactividad infantil es un grave mal que puede tener muy malas consecuencias si no se atiende echando mano de la ciencia.
Los padres que tienen un hijo con Trastorno por Déficit de Atención (TDA) deben acudir al médico a la primera señal de este desorden, que muchas veces se llama popularmente hiperactividad, y que suele convertir la vida de los niños que lo padecen en una verdadera pesadilla que llega a trazar negativamente su vida futura.
Pero no todo infante inquieto, travieso o intrépido sufre de esta enfermedad, pues como dice el neurólogo Eduardo Barragán Pérez es cierto que el aprendizaje, la atención y la modulación de conductas tienen múltiples factores originarios y por lo tanto un pequeño que no pone atención, que es hiperactivo, o impulsivo, no necesariamente tiene Trastorno por Déficit de Atención.
Por eso, subraya, es importante que el diagnóstico del TDA sea hecho por un médico, que debe descartar otras causas, pues un niño puede tener una epilepsia de ausencias, que le impide poner atención y lo que necesita es un tratamiento anti epiléptico.
El doctor Barragán Pérez, neurólogo pediatra del Hospital de Pediatría del Centro Médico Siglo XXI, afirma que "gracias a los avances de la tecnología hoy sabemos que el TDA es una realidad, un trastorno que depende de cómo las moléculas o los neurotransmisores -que regulan la información a nivel cerebral sobre capacidades de aprendizaje y de modulación- no están funcionando adecuadamente".
Estas personas son pacientes de Trastorno y "está perfectamente demostrado que los medicamentos como metilfenidato, Ritalín, tiene un funcionamiento excelente". Lo cual ha sido demostrado en "más de 50 años de estudio mundial, con más de diez millones de pacientes tratados, más de tres mil artículos en más de diez lenguas, han demostrado que es seguro y es eficaz".
Mitos
Sobre las raíces del mal, explica que hay mitos como el que dice que la mujer es culpable porque como trabaja, descuida su educación. "La verdad es que se tiene que entender que muchas mamás trabajan y sus hijos no tienen el trastorno, ya que no depende del proceso educativo sino que es una cuestión biológico genética".
Otro "mito terrible sobre el medicamento es que: es una droga". Explica que la connotación de droga se da cuando aparecen dos fenómenos, la tolerancia que obliga a aumentar la dosis y la ansiedad y excitación, que no se dan con este medicamento.
El neurólogo pediatra afirma que Ritalín "no es un sedante. La gente a veces piensa que el medicamento los duerme. Esto es falso, el medicamento no pertenece a los sedantes, pertenece a la clase de los estimulantes. Lo que en realidad hace es que estimula la atención y controla y regula la hiperactividad e impulsividad".
Esto es porque "el cerebro es el único órgano, junto con el sistema inmunológico, que responde a vías de excitación y vías de inhibición", precisa.
Pero en todo caso, afirma, "el fin del tratamiento no es que el niño este robotizado, sino que sea normal, hoy se habla de la normalización de la conducta" y el tratamiento es para que se comporte normalmente, acuda regularmente a la escuela, "tener sus amigos, comportarse y aprender hábitos en casa, socializar y platicar con los padres".
"En realidad el tratamiento con metilfenidato lo que hace es modular y estimular esta parte y es uno de los medicamentos más seguros, porque no genera problemas renales, ni hepáticos, ni pancreático, no afecta insulina, no afecta hormonas sexuales, no afecta sistema cardiovascular, no genera adicción farmacológica y no se fija a la pituitaria".